SIXERS 103-SPURS 109
Kawhi Leonard deja a los Sixers al borde del precipicio
Derrota número 17 de la franquicia de Filadelfia que se encuentra a un partido de igualar el peor arranque de la historia de la NBA. El alero, 26 puntos.
Sólo queda un partido y los Sixers entrarán en la historia negativa de la NBA. La franquicia de Filadelfia perdió esta madrugada ante los San Antonio Spurs (103-109) y ya acumula 17 derrotas y cero victorias en este arranque de temporada. El viernes en el Target Center de Minnesota podrían igualar el récord negativo de los New Jersey Nets del 2009-10 que situaron la marca en 0-18.
Y eso que no lo hicieron del todo mal en el encuentro ante los texanos. Nunca tuvieron opciones reales de llevarse el partido, entiéndase, pero el equipo nunca bajó los brazos y con lo que tienen, mucha juventud y Michael Carter-Williams (24 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias), trataron de dar la vuelta a una situación que ya empieza a ser insoportable. Aunque de puertas para fuera se diga lo contrario. "Es difícil salir noche tras noche y no conseguir la victoria. Vinieron contra nosotros con todo. Eso es increíble e impresionante y da testimonio del carácter del equipo y del cuerpo técnico", manifestó Gregg Popovich, al finalizar el duelo. Cabe recordar que Brett Brown, el entrenador de los de Filadelfia, fue asistente del técnico cinco veces campeón de la NBA, estando presente en la consecución del anillo de 2007. Otro entrenador más de la factoría Pops.
Tras la lección de la primera parte, los Sixers reaccionaron bien en la segunda. De la mano de Leonard (15 puntos al descanso) y Baynes (12, 15 al acabar el partido), San Antonio se fue al descanso 15 puntos arriba (61-46). El último MVP de las Finales y el australiano cubrieron a la perfección las bajas de Parker (molestias en el hombro) y Duncan (descanso), pero a la vuelta del vestuario, los 76ers dieron un paso adelante, conscientes de que nada se pierde por intentarlo, sobre todo si no tienes presión alguna.
Llegaron a estar a cinco tantos cuando sólo restaba 1:33 para finalizar el encuentro gracias a una bandeja de Henry Sims (96-101), pero Leonard, que acabó con 26 el partido, finiquitó el duelo con un triple a falta de 42 segundos para terminar el partido (96-104). Los de Brown se llevaron otra derrota y la necesidad de cambiar el rumbo. No sólo por salvarse de entrar de mala manera en la historia de la Liga, sino para recuperar el respeto de rivales y, lo que es más importante, de sus propios aficionados, hartos de otro año más de reconstrucción, recibiendo palizas indecentes y siendo los últimos de la cola.