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RÍO NATURA MONBUS 75-MONTAKIT FUENLABRADA 63

El triple: origen y final en Galicia

El equipo gallego ganó un partido que se le había complicado en la primera parte gracias al acierto en los segundos 20 minutos desde la línea de tres puntos.

El alero polaco del Rio Natura Monbus Obradoiro Adam Waczynski (d) es presionado por el escolta griego M. Papamakarios (i), del Montakit Fuenlabrada.
El alero polaco del Rio Natura Monbus Obradoiro Adam Waczynski (d) es presionado por el escolta griego M. Papamakarios (i), del Montakit Fuenlabrada.EFE
ACB

El Obradoiro tiene una espada de doble filo entre sus manos cada vez que sale a la pista: el triple. El equipo gallego confía casi toda su suerte al viejo arte de lanzar desde la línea de tres y eso no siempre funciona, no siempre tiene el resultado que todos esperan y este sábado en su victoria ante el Montakit Fuenlabrada (75-63) la moneda estuvo tentada en salir cruz (2/11 al descanso, 8/24 al final) hasta que aparecieron Waczynski y Pumprla. Su acierto en momentos claves del encuentro, desde la línea de 6,75 principalmente, hizo que el brillante trabajo del Fuenla durante los primeros 20 minutos no sirviera para nada.

Además, taparon el mal encuentro de Alberto Corbacho que tras 52 partidos seguidos encestando al menos un triple, se quedó a cero contra los del Luis Casimiro. El alero no pasa por su mejor momento. No está fino y lo sabe, lo reconoció después de su 3/18 desde el triple en los dos últimos partidos: "Tengo que limpiar la mente". Seguro que recupera su magia.

El equipo madrileño planteó de forma efectiva la primera mitad. Quitándose la presión inicial de los de Moncho Fernández en la salida del balón, los madrileños tiraron de la mano exquisita de Panko (10 puntos en ese periodo) y de la dirección e inteligencia de Miso para llegar al descanso con seis puntos de ventaja (29-35). Parecía que por una vez triunfarían y demostrarían que los buenos encuentros contra el Estudiantes y el Real Madrid no eran un espejismo y que sólo la suerte y la potencia de sus rivales (sobre todo en el caso del duelo contra los blancos) les hicieron claudicar al final. Porque el Montakit es un equipo serio, con las ideas claras y jugadores que de la mano de Casimiro parecen recuperados para la causa (miremos a Clark), pero al igual que el Obra con el juego exterior, los madrileños tiene su punto débil en la eficiencia de su jugador clave y en su caso la mayoría de la veces todo depende de Andy Panko.

El estadounidense es brillante, no descubrimos nada nuevo, pero su ausencia en la pista es una losa muy grande. Este sábado, Panko se ausentó totalmente en la segunda parte. No anotó en los últimos 20 minutos y eso es demasiado para un Fuenlabrada cuyo dominio llegó a los nueve puntos en el tercer cuarto (31-40), pero que poco a poco, con un parcial 22-11 apoyado en el empuje de Pumprla (siete puntos casi seguidos), los gallegos remontaron (51-46, al finalizar el minuto 30).

Y a partir de ese momento, la guillotina. Waczynski, en dos ocasiones, y el checo, en una, ampliaron desde el perímetro la ventaja a un +11 (60-49). Akindele surgió con un 2+1 (tras mate espectacular) para levantar el ánimo en los suyos que alarmaron al Fontes do Sar cuando se situaron a dos (60-58) a tres minutos del final. Pero de nuevo la mano de Waczynski no permitió que el miedo se extendiera. Anotó su tercer triple del cuarto y del partido que acabó con las aspiraciones madrileñas de sacar la cabeza del agua con una segunda victoria esta temporada en la Liga Endesa que habría sido balsámica.