Ricky Rubio y los Minnesota Timberwolves han acabado la pretemporada de la mejor forma posible. Vencieron esta madrugada a los poderosos Chicago Bulls (112-113) de un superlativo Derrick Rose. El base de los Bulls ha olvidado por completo sus lesiones y es de nuevo el alma de la franquicia de Chicago. Logró 27 puntos (máximo anotador del encuentro) y se le vio suelto, valiente y con mucha energía. "No me preocupa en absoluto (el resultado, siempre que todo el mundo esté centrado. Es todo lo que se puede pedir al equipo", subrayó tras el encuentro el base, autor de 57 tantos en los dos últimos amistosos de los Bulls.

Pero volviendo a Ricky, el base parece haber asumido los galones abandonados por Kevin Love. Fue el máximo anotador de su equipo con 19 puntos. No había conseguido una marca tan elevada desde hace exactamente siete meses y dos días (ante Phoenix, el 23 de marzo). Pero lo más importante es el acierto ante el aro rival: un 61,5%. Su segunda mejor marca consiguiendo 19 o más puntos (la primera la estableció el 19 de marzo ante los Dallas Mavericks: 22 puntos y 66,7% en tiros de campo).

A pesar de ello, el héroe de la noche fue el rookie Zach LaVine. El novato logró cinco valiosos puntos en los últimos seis minutos, con dos tiros libres a falta de 4,2 segundos que establecieron un 113-109 que sería inalcanzable para los Bulls. Además de la buena noticia de Ricky, cabe subrayar a Anthony Bennett. El número uno del draft de 2013 consiguió 17 puntos (ha logrado una digna media de 10 puntos esta pretemporada). Magnífica noticia para unos Wolves que han puesto punto final a su preparación con un balance de 5-2, con cuatro victorias de forma consecutiva.

En cuanto al resto de españoles, nada reseñable que contar. Pau Gasol no estuvo fino y Mirotic, desaparecido. El ex de los Lakers acabó el encuentro con seis puntos, ocho rebotes y cuatro tapones, mientras que el hispanomontenegrino no encestó en los casi nueve minutos que estuvo sobre la cancha.