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PACERS 103 - TIMBERWOLVES 90

Mucho por hacer en Minnesota

Ricky no brilló y continua con sus problemas en el tiro (1/6). Buen estreno de Wiggins: máximo anotador con 18 puntos. George Hill destacó en Indiana (17 tantos en 20 minutos).

Ricky Rubio.
Ricky Rubio.AFP

Pese a la marcha de Kevin Love a Cleveland, los nuevos y jóvenes Timberwolves han levantado muchas expectativas de cara al próximo inicio liguero. Si algo evidenció su primer encuentro de preparación es que queda mucho trabajo por hacer para que esta talentosa manada de lobos ofrezca el nivel que muchos esperan. En Indianápolis, unos Pacers sin el lesionado de larga duración Paul George les propinaron unas cuantas gotas de realidad para imponerse por un claro 103-90.

Con un gran inicio, Minnesota aguantó hasta el descanso (46-42). Tras la reanudación, los de Flip Saunders no consiguieron imponer el ritmo que marcó George Hill. El base, el mejor de largo con 17 puntos, siete asistencias y seis rebotes en 20 minutos, anotó 11 tantos en cinco minutos que dieron a los locales una ventaja por encima de la decena de puntos (69-57 mediado el tercer cuarto). Tras su marcha al banquillo, los suplentes de Indiana siguieron aumentando el parcial para dejar liquidada la contienda en el minuto 36 (82-62). Los Wolves, sin Ricky desde el intermedio, simplemente pudieron maquillar en el último cuarto el marcador de la mano de un Gorgui Dieng que maquilló sus cifras (16 puntos y 10 rebotes).

El senegalés fue el mejor en su equipo junto con Andrew Wiggins. El alero no tuvo su mejor noche de cara al aro pero logró acabar como máximo anotador con 18 tantos. Se mostró dispuesto a sacar provecho de su explosividad, algo que viene de anillo al dedo para la forma en la que quiere jugar la franquicia. Dispuestos a correr siempre que se pueda y a estar muy intensos en defensa para lograr robos que permitan sumar puntos al contraataque. Un estilo trepidante y agradable de ver que dejaron intuir en los primeros minutos de la noche. Para ello no hay mejor base posible que Ricky. Como ya había avisado en los días anteriores, a la menor oportunidad que tuvo lanzó el balón por encima del aro para que apareciera por ahí Wiggins. Una sonrisa cómplice se le escapó al español tras dicha acción. En un abrir y cerrar de ojos 3-8 para los Wolves. 

En el momento en que los Pacers lograron controlar el ritmo se acabó la resistencia visitante. Ya en estático a Ricky le cuesta mucho más ver el aro. De nuevo mal en el tiro (1/6), acabó con unos números muy discretos en los casi 18 minutos que disputó: dos puntos, dos rebotes, cuatro asistencias y tres pérdidas. Otro que tempoco estuvo acertado fue su nuevo compañero Zach LaVine. El rookie apenas aportó cinto tantos y un desastroso 2/9 en tiros de campo. Como es lógico, y más siendo el primer partido de pretemporada, no hay que sacar conclusiones precipitadas. La apuesta de Saunders en su regreso a los banquillos es atractiva, adornada por un grupo de talentosos y jóvenes jugadores. Pero para lograr que la partitura no desentone anoche se demostró que queda mucho trabajo por delante.