BILBAO BASKET 73 - MONTAKIT FUENLABRADA 54
Convincente victoria del Bilbao ante el Fuenlabrada
Los visitantes, horrorosos en ataque, dieron muchas facilidades. Hervelle y la intensidad local resultaron claves. Emocionante reencuentro bilbaíno con la ACB.
El ambiente era reconfortante. Semanas de amargura trufadas con expulsión de la ACB, reingreso vía Tribunal Administrativo del Deporte, entrada y salida de preconcurso de acreedores, luces que se que apagan y se vuelven a encender… todo ha tenido carácter rotatorio en Miribilla. Pero esta mañana sólo giraba el balón. Un alivio para las más de siete mil almas que se han reunido en el pabellón milagro bilbaíno. No queda ni un vestigio de ‘arrindismo’ (tampoco la huella de la empresa organizadora de eventos que atendía los partidos y él controlaba). El sentimiento aún está a flor de piel. Una pancarta desde el fondo de la ‘Peña Hirukoa’ esgrimió ‘Gracias a todos somos ACB’. El presidente del club, JJ Davalillo, entregó una placa a la viuda de Javi Durango (una de las personas más influyentes en la historia del baloncesto vizcaíno) antes de arrancar, en media pista.
El partido entregó en muchas fases lo que suele ser habitual cuando se despereza una Liga. Y más con un equipo como el Bilbao formado a toda prisa, sin su entrenador jefe hasta mediados de septiembre, con tres amistosos a sus espaldas y muchos jugadores que salen de operaciones o lesiones. Y eso que estaba descartado Dejan Todorovic y al final arañó unos minutos (sólo para defender, no puede ni tirar). El equipo de Sito empieza a ser reconocible: intenso, muy fresco de rotaciones y bullicioso, sin un cinco de peso pero con muchas hormigas en torno a la canasta que tocan todos los balones. Costaba tener continuidad, pero es normal. El peso lo lleva Quino Colom, ansioso por embarcarse en el Bilbao y conocedor de los sistemas, que manejó las riendas con autoridad. Arrancó con un 10-0 para el 12-3 y fue gestionando esa ventaja en toda la travesía. Ahí Sito envió un mensaje y se empezó a ganar a la grada con la puesta en escena, a los seis minutos, de Borja Mendia: el bilbaíno se estrenó en ACB, bueno en el primer equipo, porque tampoco llegó a actuar en Copa o Eurocopa. Otro de la ciudad del Guggenheim con el solitario Javi Salgado (Estudiantes).
Un 0-8 del Fuenla estrechó el debate (32-29), con un segundo mal cuarto local, pero el chicle volvió a estirarse hasta un tope de 15 puntos (56-41) en el último minuto del tercero. Hervelle ha llegado al inicio de curso con una confianza descomunal, en su defensa racial, las ayudas, la carga del rebote, los tiros abiertos y los balones doblados. Sito probó a Mumbrú de cuatro un rato. El Bilbao empezó los cuartos desbocado y el Fuenla, horroroso en defensa, estaba tan contemplativo que Casimiro tuvo que pedir tiempo muerto en el último acto con sólo 1,12 consumidos y el marcador de 60-44. Dio demasiadas facilidades y Diagné se apuntó a máximo anotador bilbaíno con un sinfín de tapones en trayectoria descendente que daban puntos a los locales. Luego Andjusic metió una bandeja para la máxima diferencia: 71-48 (a 3,05). Sito prefirió no alinear a Gabriel, que sigue negociando las garantías de pago de su rescisión.
Miribilla fue una piña al final y el nuevo consejo se abrazó en sala de prensa unido y con su técnico, Sito Alonso, el rostro visible de este proyecto. “Dimos un nivel del 60%. La afición se merecía tras el sufrimiento disfrutar una victoria”, señaló el técnico. “Me quedo con la emoción de la gente al principio”. Aclaró que jamás tendrá a un jugador en el banquillo que no vaya a utilizar. Y si hace falta, lo pondrá en Andorra en la segunda jornada.