Palizas de Japón y Brasil. ¿Se esperaban empezar así?

Creo que los resultados en la preparación fueron buenos, pero lo más positivo fue que cogimos el ritmo y nuestro estilo de juego. Cumplimos con el objetivo que nos habíamos marcado, que no era otro que llegar en las mejores condiciones al Mundial.

Entonces eso de ir creciendo durante el torneo se lo dejan a otras.

El grupo que nos tocó era muy difícil y este formato de competición tan reducido hace que tengas que empezar a cien desde el principio. No hay tiempo de ‘reacción’. Si fallas, te quedas fuera.

El oro de 2013, ¿mete presión o ilusiona?

No pensamos ya en ese oro, porque no nos serviría de nada. Todas empezamos de cero en el Mundial; da igual que seas campeona de Europa o de Oceanía. Aunque sí que ese título nos motiva un poquillo, porque queremos hacer bien las cosas.

¿Se hacer raro que ni Amaya ni Aguilar estén aquí?

Claro. Eran dos referentes y son dos faltas importantes, pero digamos que ahora se ha recompuesto el grupo y todas estamos intentando que su ausencia no se note.

Usted es el recambio natural de Amaya. ¿Se siente el referente ofensivo por fuera?

No mucho, aunque a cada una nos toca asumir la responsabilidad que corresponde. Cada una tiene su rol, pero el objetivo es común.

¿Lo que le pasó a la Selección masculina les puede influir?

No creo, aunque es un toque de atención. Nuestra mentalidad es ir partido a partido. Puede sonar tópico, pero es así. Su eliminación fue un palo muy grande también para nosotras.

¿Les recordó un poco a lo que les pasó en el Europeo de 2011?

España era la gran favorita en el torneo de Polonia, pero no accedió ni a los cruces, quedándose, además, sin plaza para los Juegos de Londres.

No quiero comparar, pero sí que es verdad que nosotras no lo hicimos bien y fue un golpe duro. Eso no se olvida tan fácilmente, pero aprendimos de ello. No queremos que nos vuelva a pasar, de ahí nuestra prudencia.

Estados Unidos perdió un amistoso en la preparación. ¿Es más accesible?

Para nada. No sé qué pasaría en ese partido, pero para mí es el único favorito.

Si ganan hoy a la República Checa tendrían doble premio: acceder a cuartos y evitar a Estados Unidos hasta la final

Todos los equipos quieren ver a Estados Unidos lo más lejos posible. Pero aún no me he parado a pensar eso, aunque me gustaría hacerlo, porque eso significaría que me tengo que preocupar de enfrentarme a ellas.

Deja Turquía para jugar en el Ekaterimburgo. ¿De qué le han servido estos años en el Galatasaray?

De mucho. Soy más madura y la valoración final ha sido muy positiva. Ha habido momentos muy buenos y otros muy malos, sobre todo, la lesión. Pero estoy contenta por haber acabado este ciclo de la mejor manera posible: con Liga, Copa y la Euroliga.

¿Le pica el gusanillo de probar en la WNBA?

A toda jugadora le gustaría probar, pero es complicado combinarlo y mi prioridad sigue siendo la Selección. Ojalá en algún momento pueda vivir esa experiencia.