Sito: "Si hay un día libre, uno puede ocuparlo en lo que quiera"

Sito Alonso aclaró la polémica desatada por su supuesto aterrizaje en Bilbao el día de descanso con la Selección, el domingo, tres días antes de jugar contra Francia: “Hasta que no acaba mi trabajo no descanso. Cada entrenador tiene una manera de ser, el día dura 24 horas. Si el entrenador concede todo el día libre puedes ocuparlo en lo que quieras. Yo tenía una deuda pendiente con el consejo del Bilbao, porque tuve que cambiar unas fechas tras dejar la Sub-17. Veía necesario tener una reunión con la junta directiva para aclarar las cosas”. El preparador madrileño cogió un vuelo en Madrid a las siete de la mañana y se fue a las ocho y media de la tarde, para estar con Orenga y el resto de La Roja a las diez de la noche. “Los ayudantes estamos para ayudar al entrenador, si no, no me habría marchado y seguro que sin que el trabajo realizado habría volado. Es vergonzoso tener que explicarlo. Nunca me iría de un sitio sin el trabajo realizado. Vine para reunirme y comer porque les debía una explicación”. También se pasó por San Sebastián para recoger sus cosas, guardadas en un almacén.

Sobre Orenga, fue fiel a su superior: “Cuando España es eliminada, es porque las cosas se han hecho mal. Hay que analizar los errores que ha cometido uno mismo, estoy dolido; como segundo entrenador por primer a vez vivo una situación dura. Cuando veo mis errores se lo digo a él. Sería injusto solo focalizarlo en el seleccionador… también nos toca a los ayudantes, preparadores físicos y cada uno de los jugadores. Igualmente somos responsables. Es una globalidad, no me gustaría que se personalizar. El máximo responsable es él, como él mismo ha dicho, pero hay más. Como dice Navarro, no preparamos bien el partido, pero no sólo en lo táctico, también en el nivel mental, de abstraerse presión, o, por ejemplo, preparar una hora y media antes las cosas de un partido”.

Bilbao Basket. Sito Alonso llegó el viernes a Bilbao y empezó a trabajar con los ‘Hombres de Negro’. Arropado por el consejo de administración al completo, este mediodía ha sido presentado en Miribilla, en medio de una enorme expectación. Su caso ha planteado muchos debates: dejó el GBC, el club que le dio éxitos y fama, por un proyecto como el Bilbao, carcomido por las deudas y expulsado de la ACB poco después. Pero se resistió y fue fiel al preacuerdo de tres años con la franquicia que preside Davalillo. “Quiero agradecer al nuevo consejo por darme una oportunidad que para mí es única. De las que disponía en ACB, la que tengo delante es la más atractiva. Me gustan mucho los retos; en las reuniones que tuvimos una vez acabada la Liga con el presidente y consejo, vi ilusión por recuperar la autoestima, el honor, el baloncesto en Bilbao…de forma contundente. Desde el primer momento tuve claro que era un paso más. Los retos complicados como éste son los más apasionantes”.

En todo este proceso hubo un hombre de su confianza, Víctor Lapeña, que iba a ejercer de ayudante y se descabalgó: prefirió continuar como entrenador de la Federación Española. “Tengo mucho respeto a todo el mundo. Al principio era el elegido para ser el ayudante. Yo tenía una ambición grande por empezar una cosa complicada. Merecía la pena esperar a un proyecto, por las personas con las que había tratado. Ha habido unos momentos más difíciles que otros, sobre todo cuando el club fue excluido de la competición. Había dos formas de afrontarlo: desde la sencillez del ‘estamos fuera’ o la total confianza con las personas con las que has tratado; sabía que ellos no tenían nada que ganar y mucho que perder. Me podía haber costado caro posiblemente, pero creí que merecía la pena”.

Su discurso prosiguió de forma fluida y cautivando a la numerosa audiencia: “¡Las ganas eran tan grandes! Esta afición ha dado claras muestras de su identificación con el club en momentos buenos y malos”, confesó. “Es verdad que hemos tenido dificultades para salir. Lo más importante es la unión entre nosotros, nos va a hacer ganar más partidos. Aquí ha habido plantillas de nivel muy alto, pero ahora es distinto: vamos a preocuparnos por estar en lo que dominamos, hay que hacer las cosas perfectas, porque la situación es diferente. A los aficionados sólo les diría que sigan siendo lo que eran antes”.

El técnico madrileño calificó de “injusto” el trato al Bilbao Basket por parte de la ACB y la demora en el reingreso impidió fichar a algunos jugadores que tenía subrayados. Confesó que quiso firmar a Dani Díez, pero éste prefirió el GBC “y lo entiendo porque es un club y una ciudad que conoce”. Tiene intención de practicar un juego dinámico, como en Illumbe. “Dada la situación complicada, era importante hacer una limpieza mental del equipo. Por eso pensaba en tener menos del 50% de la plantilla. Quiero que estén a gusto. Raúl López, Mumbrú, Hervelle y Bertans… estos cuatro jugadores quería que siguieran por raíz, por técnica, táctica y sentimiento. Dairis me ha encantado como jugador. Es buena la mezcla de jugadores que han vivido el Bilbao Basket y otros nuevos. Hay que ser realistas. No nos podemos permitir ser el Bilbao Basket que era antiguamente.”. Admitió que intentó fichar al sueco Tobías en su época en el GBC. El presidente, Davalillo anunció al entrenador así: “Presentamos al técnico, el esperado, queremos agradecer el compromiso, la paciencia para esperar esta travesía del desierto estamos orgullosos”.