Argentina es el último test de España antes del Mundial

El Palacio de Deportes acoge esta noche el último amistoso de la Selección española antes de su debut mundialista el sábado frente a Irán (22:00, Cuatro). A la espera del examen ante Argentina, España ha hecho sus deberes en una gira sin ningún tachón, pero en la que Orenga aún no ha encontrado “el equilibrio entre el juego interior y exterior”, uno de los objetivos que se había marcado en la preparación. La Selección atemoriza desde la pintura con su póquer de pívots (los Gasol, Ibaka y Reyes han firmado 311 de los 549 puntos anotados por España en siete partidos), pero no da ni un pequeño susto desde la línea de 6,75, donde sólo 41 de los 146 intentos de los de Orenga han pasado por el aro. Un 28,1% de acierto, aunque con Navarro demostrando que es certero en esa distancia (15 de 35, un 42,9%).

Estreno y despedida. El de esta noche será un partido de estrenos, pero también de despedidas. El Palacio de Deportes, que lucirá una nueva grada, vivirá su último encuentro de baloncesto con este nombre. A partir del 1 de septiembre pasará a llamarse Barclaycard Arena y será la cancha que acogerá desde el día 6 parte de los cruces de la Copa del Mundo. Para ello, el feudo madrileño ha crecido y tendrá un aforo de 13.673 espectadores, tras aprobarse una remodelación que ha permitido instalar 1.400 asientos en una grada supletoria detrás de una de las canastas.

Aquella Argentina que podríamos repetir de memoria ofrece caras nuevas. Dos de sus cuatro NBA, Manu Ginóbili y Carlos Delfino, se pierden el campeonato por lesión, al igual que el ACB Juampi Gutiérrez. Tampoco estarán otros veteranos en la albiceleste como Fabricio Oberto (ya retirado), Pancho Jasen y Fede Kammerichs. Por eso, entra sangre nueva, con Facundo Campazzo a la cabeza. El Enano, como le apodan en su país, pisará por primera vez la que será su nueva casa a partir de octubre, cuando vista de blanco y juegue en el Madrid junto a Nocioni, otro de los refuerzos de Laso para la próxima temporada.

Los años pasan (y pesan) y esta Argentina ya no es la misma que consiguió la plata mundial en Indianápolis en 2002 o subió a lo más alto del cajón en los Juegos Olímpicos de Atenas dos años después. A pesar de ello, y como avisa Reyes, “se motivan más ante España”. Partidazo a la vista.