El Barcelona huye del exceso de confianza contra el Valencia

El Valencia Basket tiene tan pocas buenas noticias a las que aferrarse que puede convertir en su mejor arma, a veces sucede, esa última esperanza que no tiene más base que la fe. El resto de variables juegan en su contra: nadie ha logrado nunca remontar en semifinales un 2-0 y más de la mitad de las veces (16 de 29) ni siquiera ha habido cuarto partido. Para volver a su pista, el equipo de Perasovic necesita ganar dos veces en poco más de 48 horas en el Palau Blaugrana, donde sólo ha sumado una victoria en las última doce visitas.

Rebote. La última bala del Valencia pasa por tratar de igualar la batalla de las zonas, tarea casi imposible con las bajas de Dubljevic y Aguilar y los problemas físicos de Doellman, Triguero y Lishchuk. El Barcelona monopolizó el rebote en los dos partidos de Valencia (59-88), con ocho capturados en el primer partido por Huertas y en el segundo, por Navarro. Sólo Doellman ha alcanzado esa cifra en el equipo valenciano, que además no ha llegado a 60 puntos en ninguno de los dos encuentros.

La falta de efectivos del rival acaba dejando la pintura a merced de un Ante Tomic que, no por casualidad, ha ido en los dos partidos de menos a más hasta ser el más valorado en el primero y el autor de la canasta decisiva en el segundo. Promedia en semifinales 12 puntos, 8,5 rebotes y 16,5 de valoración. La pegada interior da aire a un Barça en el que Oleson, Abrines y Pullen han sumado diez puntos con una serie combinada de lanzamiento de 3/18.

Así que Perasovic necesita un milagro en las zonas e inspiración en el tiro. Su equipo no ganará si repite los porcentajes abismales de su pista: 35% en tiros de dos y 26% en triples.