Jordi Bertomeu, director ejecutivo de la Euroliga, tuvo este domingo un encuentro informal con la prensa de los países cuyos clubes tienen un mayor peso en la competición. Habló de la buena marcha de la Euroliga y aseguró que ha mejorado en ingresos económicos, audiencia televisiva y asistencia a las canchas. Pero lo más importante es que confirmó que el sistema actual de licencias, el que otorga plazas fijas, terminará tras la próxima temporada.

La idea que maneja la Euroliga, y que se debería implantar desde la campaña 2015-16, es crear un sistema piramidal de competición. La Euroliga estaría arriba del todo, seguido por la Eurocopa y las Ligas nacionales. Se pretende que haya descensos y ascensos entre la Euroliga y la Eurocopa. Lo que no especificó Bertomeu, porque aún no lo han decidido, es cómo se regularían esas bajadas y subidas. Es posible que los ganadores de las principales Ligas, pero sólo los que no estuvieran entre los elegidos de inicio (descarten a Madrid, Barcelona, Maccabi, CSKA, Olympiacos, Panathinaikos…), tuvieran que empezar jugando la Eurocopa antes de dar el salto a la Euroliga.

La intención es potenciar la segunda competición continental y asegurar que los equipos que llegan a la primera lo hacen después de una continuidad. El objetivo es simplificar el sistema y mantener la apuesta por la estabilidad que defienden los clubes más poderosos. El proyecto está sobre la mesa, pero hay que darle forma y faltan los detalles. Lo más importante.