El Fuenlabrada lo intentó, Moussa Diagne puso en pie al Fernando Martín con dos alley-oops seguidos (30-40) y luego Feldeine pidió la vez (taponazo y triple a la carrera: 37-44), incluso controló el rebote; pero cedió el pulso con facilidad (4 de 22 en triples). Otra victoria más del líder, y van treinta en Liga, a sólo una de asegurar matemáticamente el primer puesto, y eso si el Valencia no se deja nada por el camino de la celebración. El Madrid abrió brecha con Bourousis ausente (se hizo un esguince en el tobillo derecho en el entrenamiento del martes) y Rudy fuera en la primera parte (Feldeine le empujó en el minuto uno en un contraataque y cayó sobre el dedo en el que arrastra una distensión), aunque volvió en la segunda.

Los bases, Llull y Sergio Rodríguez, mandaron a su antojo. Cómodos, con poca presión en el bote y en la circulación. Chacho sumó diez puntos y cinco asistencias en un parpadeo (22-36). Terminó con doce pases de canasta. Una barbaridad. Panko trató de aguantar el tipo y Feldeine pegó el último empujón local. Tres triples seguidos de Rudy, Mirotic y Llull echaron el cierre: 39-55. Buenos minutos para la puesta a punto de Carroll, mientras Mejri rivalizaba con Diagne y se gustaba en el juego por encima del aro. La defensa visitante era inaccesible.

Poca chicha, más bien ninguna, quedó para el cuarto final. Carreras arriba y abajo con el Fuenla sin opciones, aunque bajó los brazos un pelín antes de tiempo. Los de Laso rozaron de nuevo la centena (67-94) tras añadir treinta tantos en el último parcial. Una jornada de oficinista. El sábado espera el Palau, el Barça, en un choque de poca trascendencia clasificatoria a seis días del que contará de verdad, el de la Final Four. ¿Que si toca esconder cartas? No, cartas no, la baraja entera. El Fuenla, por su parte, aún debe esperar a que el notario le selle la salvación. Puro formulismo.