GRIZZLIES 98 - THUNDER 95 (2-1)
Memphis triunfa en la locura y hace peligrar el año de Durant
Los Thunder remontaron 17 puntos guiados por un gran Westbrook y consiguieron mandar el partido a la prórroga. Pero entonces aparecieron Conley y Marc Gasol.
Los Playoffs de la NBA muchas veces te dejan sin palabras para expresar lo que está pasando en el pabellón. El Memphis – Oklahoma City de esta noche fue una de esas ocasiones. Los Grizzlies ganaron un partido que tenían resuelto a falta de diez minutos, pero en el que se dejaron remontar 17 puntos para acabar venciendo en una agónica prórroga (98-95) a unos Thunder donde Russell Westbrook, volviendo a su versión de Jekyll y Mr. Hyde, remontó prácticamente él sólo el partido y lo tiró por la borda con decisiones, de nuevo, discutibles. Kevin Durant tampoco tuvo su mejor noche y estuvo bien defendido por un gigantesco Tony Allen.
En menos de un minuto pudo ganar Memphis y pudo ganar Oklahoma, pero nos fuimos a la prórroga. Un tiempo extra necesario para entender la inexplicable locura anterior. Los Grizzlies se habían puesto 81-64 en los primeros minutos del último cuarto gracias a un Tony Allen que cuajó uno de los mejores partidos que se le recuerdan. Secó a Durant y a todo Thunder que apareciese por la línea exterior y en ataque, en ocasiones, dejó detalles de auténtico genio. Acabó con 16 puntos y 9 rebotes. A su lado, el mejor Mike Conley posible. 20 puntos y, sobre todo, la confirmación de que aparece cuando el equipo más lo necesita.
En esos minutos, entre el delirio local y la inoperancia en ataque de Durant y compañía, vuelve Westbrook a pista después de recibir tratamiento en su rodilla. 7-0 de parcial para Oklahoma con la primera asistencia del base en el partido. Los Thunder sabían que en estático era imposible superar la defensa de Memphis, había que correr. Y ahí Westbrook, mal que les pese a algunos, es de lo mejor de la liga. Oklahoma aumentó el parcial a 17-0 y empató el partido a 81. ¿Los líderes de esa remontada? Russell y un chico llamado Kendrick. Perkins jugó su mejor partido de la temporada y fue capaz de parar a un Zach Randolph que acabó con un 5 de 20 en tiros de campo.
Ahora hay una sucesión de jugadas que resumen el partido: Tony Allen realiza un sensacional mate y en la siguiente acción roba magníficamente el balón a Russell Westbrook para anotar de nuevo. Era el 85-81 a falta de 45 segundos. Medio encuentro en manos Grizzlies. En dos segundos, Westbrook se inventa un espectacular 3+1 para empatar el partido a 85, Mike Conley falla una bandeja tras una horrible defensa de Oklahoma y, en el último segundo, Durant falla el triple para ganar el encuentro. Prórroga.
En el tiempo extra, donde los Thunder empezaron con ventaja de tres puntos y la desperdiciaron con los mismos errores que les han impedido llegar a cotas más altas estos años. Conley metió 5 puntos seguidos y Tony Allen paró a Westbrook (0 de 4 en la prórroga) y Durant por igual. Con 95-92 para Memphis y bola para Oklahoma a falta de 25 segundos, Westbrook y Durant se jugarón dos triples innecesariamente precipitados con compañeros libres de marcaje, tirando por la borda una gran remontada. El partido era de los Grizzlies.
La eliminatoria se decidirá principalmente en el duelo Durant-Allen, pero tardará más o menos en resolverse por el buen hacer de varios componentes. Es decir. Kevin Durant todavía no es capaz de superar en estático la defensa de Tony Allen. Incluso prefiere buscar a un Zach Randolph que, a pesar de ser rápido, no lo es tanto como KD. El 0 de 8 de hoy en triples del alero de los Thunder refleja un punto de impotencia y desesperación. Impotencia por no poder entrar en la zona y por, cuando lo consigue, no conseguir ser tan eficaz como otras veces. Ante esa situación, la solución son los triples. Si no entran, está perdido. Acabó con 30 puntos porque es un anotador compulsivo, pero ese 10 de 27 en tiros de campo ayuda a comprender por qué no hizo un gran partido.
La serie, además, vive de otros dos duelos. El primero es el de Westbrook contra sí mismo. El base, si quiere, puede ganar la eliminatoria. Físicamente es superior a Mike Conley y Courtney Lee, pero su precipitación le hace chocarse casi siempre contra Randolph o Marc Gasol. Ante la duda, como Durant, intenta el triple. Hoy 4 de 13 desde la línea de tres y 9 de 26 en el total de tiros de campo. 30 puntos y sólo 2 míseras asistencias. Durante el encuentro tuvo situaciones de pase claras a otros compañeros que su ansiedad le impidió ver con claridad. Si supera a su par, que lo hará, y al entrar en la zona busca el pase, bien a un interior o bien a un compañero abierto, Oklahoma ganará una variante que ha utilizado durante todo el año pero que echa de menos durante esta serie.
Además, esta vez los Grizzlies fueron superiores también en aportación de la segunda unidad. El banquillo local ayudó a romper el partido en el segundo cuarto (20-4 en puntos de suplentes al descanso) mientras que el de los Thunder se quedó en 9 puntos totales... tres menos de los que sumó un Udrih que está siendo instrumental (5/6 en tiros) tras la sanción a Calathes. Pero el último peso de la balanza es la dupla Marc Gasol – Zach Randolph. El español, frenado hoy por dos faltas en el primer cuarto, apareció muy poco y, cuando lo hizo, fue para decidir el partido. Debe tocar más balón para dar más libertad a los exteriores y sacar un poco de la zona a Ibaka para que Randolph aproveche los uno contra uno con Perkins. Hoy Z-Bo, como hemos dicho, no tuvo su mejor noche precisamente por lo forzado de sus emparejamientos con el pívot de los Thunder.
La serie sigue en Memphis y promete continuar con la locura a la que ya nos han acostumbrado. Kevin Durant no se querrá ir tan pronto de la lucha por el título y los Grizzlies han encontrado un filón en ambos aros: Tony Allen.