La baja de Carlos Arroyo marca un duelo con olor a jaque mate

La baja de Carlos Arroyo, al que Ataman podría recuperar para el tercer partido, marca un duelo en el que el Barcelona lo tiene todo a favor para colocar un 2-0 en la serie que reduzca a cenizas las opciones del Galatasaray. Cuando el boricua se lesionó el martes, el equipo turco ganaba 27-31. Veinte minutos de partido después, sin él, el marcador era 88-58.

Para el Barça el choque vale más de medio billete a la quinta Final Four en seis años. Desde que los cuartos se juegan a cinco partidos, a partir de 2009, sólo ha sido eliminado una vez, en 2011 ante Panathinaikos. En esos últimos cinco años siempre ha tenido el factor cancha a favor pero sólo ha saldado una vez con 2-0 la primera tanda en su pista: en 2012 ante el Unics Kazan. Cuatro veces comenzó 1-1, en tres de ellas porque perdió el segundo partido. Para evitar cualquier atisbo de sorpresa, necesita una mejor versión de su quinteto titular, que sólo anotó 32 puntos en el primer encuentro por los 49 que aportaron desde el banquillo Dorsey, Pullen, Nachbar y Oleson, estos tres últimos además con un espectacular 9/10 en triples.