REAL MADRID 102 - UCAM MURCIA 65
El Madrid aplasta al Murcia
Triunfo reparador para los de Laso dos días después de caer en Múnich y a cinco de recibir al CSKA. Rudy anotó 21 puntos. Mirotic celebró un lustro en el primer equipo.
Llegados al extremo, quizá el Madrid se hubiera visto obligado esta jornada a priorizar esfuerzos entre Euroliga y ACB. Con tres ausentes (Carroll, Draper y Reyes) y dos tocados (Rudy y Mejri), y con el duelo con el CSKA a cinco días vista (las entradas se agotaron hace tiempo), era un opción admisible. Pero requería que el UCAM Murcia estuviera por la labor, que apretara las clavijas al líder desde el principio. No lo hizo. Firmó una actuación decepcionante, terrible.
Quizá sus jugadores se esperasen otra cosa cuando su técnico, Marcelo Nicola, hablaba de que “ojalá el rival llegara cansado, destrozado”. Quizá se relamían por las posibles ausencias blancas, pero ver a Rudy de titular y produciendo derribó el castillo de naipes. Un soplido bastó. Porque el alero salió de inicio y firmo 14 puntos en 14 minutos. Poco rastro de la aparatosa caída ante John Bryant en Múnich, más allá de la protección para su hombro izquierdo. Dolor sin lesión. Se sentó con 44-30 en medio del baño y masaje que se estaba dando su equipo. Terminó con 21 tantos y una frase: “Me gustaría estar mejor”.
Fue un duelo ofensivo desde el salto inicial, sin que el UCAM forzara al Madrid a una exigencia física mayor que sacara a la luz el cuentakilómetros blanco. Y tras el masaje, aún faltaba el paseo, el de la segunda parte, con Mirotic celebrando en un gran tercer cuarto el quinto aniversario de su estreno en la ACB (en Euroliga lo hizo once días antes, el 4 de marzo de 2009, y en el Palau). El canterano, ya estrella, dio la alternativa en el Palacio a Jonathan Barreiro (2,02 m y 17 años) el mismo día que él se vistió de corto pero un lustro después.
El alero gallego, curiosamente, también había debutado un par de semanas antes en Europa (en Liga se estrenó el pasado domingo con 26 segundos en Santiago). Estuvo los tres últimos minutos en pista, sus compañeros le buscaron, pero no pudo anotar hasta el último segundo, con un triple desde la esquina que rompía la barrera de los cien: 102-65. El broche más emotivo a un duelo de recuperación para el Madrid, en el que fueron muchos los que ofrecieron destellos. El primero, Bourousis, pero también Lull, Sergio Rodríguez, Slaughter, Mejri, Dani Díez... La brecha en la valoración se abrió hasta los 110 tantos (148-38), y una curiosidad: los blancos lanzaron ¡18 tiros libres! en el primer cuarto (embocaron 17) y ninguno en el segundo. Espera ya el CSKA, este jueves, palabras mayores.