LABORAL KUTXA 74 - REAL MADRID 90
Llull exhibe su puntería ante un Baskonia que hizo el pasillo
El menorquín sumó 27 puntos (7 de 10 en triples) en la victoria del Madrid en el Buesa Arena. Buen partido de Rudy y Mejri. Scariolo fue descalificado.
No sé si compartirán la sensación, pero cuando el Madrid tiene enfrente a un rival inferior (y sí, este Baskonia lo es) parece imposible que pierda. Quizá no sea el equipo burbujeante que en octubre vencía por aplastamiento. Arrastra la baja de Carroll y el desgaste físico y mental de cinco partidos en diez días (Copa y viaje a Rusia incluidos); sin embargo, en el desenlace resulta igual de implacable. El Barça, por ejemplo, siempre da la talla en duelos grandes, pero ha fallado ante rivales a los que sacaba varias cabezas. Con este Madrid eso no pasa, no lo hemos visto. El grupo está consolidado, sabe a qué juega y tiene confianza plena en su baloncesto, pero además transmite voracidad, la de un núcleo de jugadores y una afición que aún recuerda la época de las vacas flacas.
De ahí que tipos como Sergio Llull, después de hacer 7.000 kilómetros en dos días, lleguen a la cancha mordiendo, con tres triples para abrir boca, que fueron siete al final: 27 puntos. El héroe de la Copa promedia en las últimas cinco jornadas de Liga 20,3 tantos y suma 24 triples de 35 intentos. A su acierto se unieron Rudy (3 de 6) y Sergio (2 de 5).
Pese a la puntería, no fue un partido redondo de los de Laso, aunque lo controlaron de cabo a rabo. Desde el deportivo pasillo del Baskonia hasta el bocinazo final. Intercambiaron canastas de salida; amagaron con romper en el segundo cuarto, otra vez con Mejri destacado y los tres bases en pista (30-40); y quebraron cualquier resistencia en el tercer periodo, ante la impotencia de Nocioni y su ardor guerrero. El argentino se picó por un mate de Mejri en sus narices y por el gesto excesivo del tunecino. Durante unos minutos repartió mandobles a diestro y siniestro. Y cuando parecía que enfilaría el túnel de vestuarios, Scariolo se le adelantó. Dos técnicas y descalificado. Por entonces el Madrid ya navegaba en aguas tranquilas (44-60). Dominio total.