Existen noches donde los llamados a la gloria no son las grandes estrellas, sino esos jugadores que tratan de mostrar su valía entre los grandes dinosaurios de la NBA. Y la de ayer fue la Mason Plumlee. Un chico blanco y desgarbado, cuya cara de niño esconde un verdadero jugador de baloncesto.

El pívot alcanzó su mejor marca personal de anotación en la victoria de Brooklyn frente a New Orleans (22 puntos) con mates increibles algunas de ellas. La hazaña Plumlee dejo en nada el grandísimo encuentro, y ya empieza a ser habitual, de Anthony Davis (24 puntos). El nuevo All Star de la NBA está llamado a ser por propia iniciativa, una de las grandes estrellas del firmamento del baloncesto americano, aunque no pudo evitar la derrota de los Pelicans que vuelve a retrasarlos en la lucha por los playoffs.

Por otro lado, entre las filas locales, el quintento titular no estuvo muy acertado de cara al aro, ninguno de los cinco que salieron de inicio logró llegar a los dos digitos de anotación. Sólo desde el banquillo Mirza Teletovic (13 puntos y 11 rebotes) y Alan Anderson (13 puntos) cumplieron junto a Plumlee. Del otro lado, Brian Roberts (12) y Austin Rivers (10) fueron lo único junto a Davis en dar la cara.