Rondo se acerca al 'triple-doble' y corta la mala racha de Boston

En otros tiempos, no muy lejanos, el Boston-Orlando hubiera sido un duelo entre equipos de playoffs. No hay que mirar muy atrás para encontrar a esos Magic finalistas de la NBA con Dwight Howard (2008-09) o a los de Tracy McGrady de principios del siglo XXI que ganaban más de 40 partidos de liga regular, y sí un poco más para recordar a aquellos que lideraban Shaquille O'Neal y Anfernee Hardaway que también rozaron el título en la campaña 1995-96. Y qué decir de los Celtics, desarmados tras la salida de dos mitos recientes, Paul Pierce y Kevin Garnett, campeones antes de ayer, como quien dice, gloria de la Liga con 17 anillos. Ahora, corren malos tiempos en ambas franquicias, se supone que en reconstrucción y lejos de los puestos de honor. Y eso se nota.

Este domingo, en el único partido programado en plena jornada de Superbowl, no han ofrecido un gran espectáculo, evidenciando por qué marchan penúltimos en el Este, los Magic (13-36), y cuartos por abajo en la misma Conferencia, los Celtics (16-33). Rajon Rondo, que se acercó al triple-doble (19 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes, los dos primeros, topes de su temporada), fue el oasis de clase all star en un desierto de proyectos y medianías, en el que destacaron Afflalo (18 tantos) y Vucevic (14 y 11 capturas) en Orlando, que no pudo contar con el lesionado Jameer Nelson; y Sullinger (21) y Bradley (17), que regresaba ayer tras perderse cinco partidos, en Boston. Los Celtics manejaron el duelo sin problemas, siempre por delante en el marcador, y controlaron bien el acercamiento de su rival en el último cuarto (86-84 a 2:30 del final tras canasta de Davis) con buenos minutos de Bass y la fría dirección del propio Rondo.