José Luis Sáez: "En nuestro Mundial no faltará nadie"

El reloj de la cuenta atrás para la Copa del Mundo situado en Sol avisa de que aún quedan 213 días para el arranque de la cita mundialista, pero la Federación ya ultima los preparativos para un evento pensado “para los cinco continentes” y que está a punto. “Hemos llegado donde queríamos. El sábado se definirán los 24 equipos que van a estar en la Copa del Mundo, el lunes es el sorteo. Entramos en una cuenta atrás muy ilusionante para nosotros con todos los proyectos que hay alrededor de ella”.

Esos últimos detalles son, por ejemplo, la inauguración del Gran Canaria Arena, con capacidad para 10.200 espectadores y que estará listo en marzo, y un proyecto para ampliar la capacidad del Palacio de Deportes de Madrid, que acogerá el 14 de septiembre la gran final. En su plan inicial, Sáez se planteó incluso disputarla en el Santiago Bernabéu. “El problema es que debía estar techado, porque los seguros de los jugadores implican que estos deben jugar indoor”.­

El lunes, en Barcelona, la Selección conocerá quiénes son sus rivales en la primera fase. “No pensamos en ello. Los jugadores tienen el suficiente nivel para enfrentarse a cualquiera, siempre desde la humildad. Somos ambiciosos y nos gustaría terminar en lo más alto”, desea el dirigente español que habló sobre las wild cards o invitaciones que se decidirán el próximo sábado. “Sé que ninguno de los elegidos chirriará en el campeonato”, dice Sáez que quiso aclarar la retirada de Italia (su presidente dijo el pasado fin de semana que debían pagar 800.000 euros para optar a una de las plazas). “Quien diga que por ese camino va a obtener una de estas plazas, miente. Aquí no se gana nada con dinero”. Con cuatro plazas que irán para tres continentes distintos —seguramente dos para Europa, una para América y otra para Asia—, el mercado chino, que se quedó fuera en el Asiabasket, parece uno de los fijos, pero a Sáez le ilusiona que Filipinas se haya ganado en la cancha su derecho a estar en el Mundial. “Allí todo el mundo juega al baloncesto, han tenido un presidente FIBA (Gonzalo Puyat) y han organizado un Mundial (1978). Es el tercer país que más entradas ha comprado”.

La Selección jugará la primera fase en Granada. “Mucha gente me ha preguntado por qué, ya que no tiene equipo de élite. Pues por ese motivo. Cuando firmamos el convenio todavía existía el CB Granada y sería ideal que la presencia de España reactivara el panorama y volviera a haber un equipo”.

Salvo lesión, en la Copa del Mundo estarán todos los jugadores españoles. “Me consta la ilusión que tienen y que para ellos es una cita importante. Espero que todos hagan una grandísima temporada y que no les falte salud, porque ilusión por estar la van a tener”, asegura el presidente, que avisa sobre el potencial de Estados Unidos. “Quiere mantener su liderazgo a nivel mundial y va a venir con un equipazo”.

Un gran impacto. El presupuesto de la organización de la cita rondará los 40 millones, pero el impacto esperado será de unos 300. “El reto no es llenar los pabellones en la fase final y en los partidos de los equipos referentes. Eso es fácil. El objetivo es hacerlo también en el resto”. Para ello, la organización está hablando con comunidades de los países clasificados y promocionando la cita de forma externa. “En 2007, en el Eurobasket, era asombroso ver a mil letones en Sevilla animando a su equipo. Eso es lo que queremos”. En la venta de entradas para la Copa, una gran novedad es el abono Follow your team, que permite a los aficionados presenciar los partidos de su equipo hasta que sea eliminado por una reserva de 25 euros (descontados posteriormente en el abono).

La FEB se mantiene también a la espera en el caso Ibaka-­Mirotic, aunque no es optimista. “La FIBA se muestra reticente a este cambio y tanto EE UU como África están en contra. Quieren frenar esa marcha de jugadores de cada vez menos edad. Sólo pedimos que un jugador formado en un país, que conoce su idioma, vive allí, ha llegado siendo cadete o júnior... pueda jugar con la selección”. Sobre la ACB, piensa que hay solución. “Tiene patrocinios, empresarios influyentes, dos marcas tan potentes como el Madrid y el Barça, unas ciudades fantásticas… Los mimbres están ahí para hacer algo potente, pero si nos encargamos de partirlos entre todos, no se podrá conseguir ese magnífico producto”, añade el presidente que termina con un deseo. “Quiero que sea un torneo que todos vivan, tanto dentro como fuera, y que dé al mundo una buena imagen de España”.