El Estrella Roja abusa de un blando Bilbao en el Pionir

El Bilbao comenzó la segunda fase de la Eurocopa con un buen sopapo en el infierno del Pionir, aunque trató de dar la cara hasta donde pudo. El gigante Marjanovic se adueñó de ambas zonas y condicionó el partido. Nadie pudo frenarlo. Ni Gabriel al inicio, ni Kavaliauskas después ni Samb, el más activo, en varias ráfagas. A partir de esa referencia, el Estrella Roja, un equipo con aspecto de Euroliga y que cayó eliminado en el primer torneo continental por poco margen, dejó claro que es el favorito del grupo y un serio candidato al título.

Una vez más, los pupilos de Pueyo salieron con el freno de mano echado, con problemas en el rebote y poca agresividad en los contactos. No sabían si ir o venir. La segunda unidad (Grimau, Pilepic, Vrkic, Markota y Kavaliauskas) subieron un punto la intensidad siendo más verticales al aro. La cancha tuvo su peso, aunque muchos Hombres de Negro (los exmadridistas y Grimau, e incluso el segundo técnico, Codeso) ya la habían pisado años atrás. La defensa hizo aguas de una manera más evidente en el segundo tiempo y se resquebrajó en el tercero. No había dureza con Marjanovic, que hizo de la pintura el jardín de su casa: 14 puntos y 12 rebotes. Tan sobrado fue que no hizo personal hasta que quedaban 38 segundos para acabar. Sacó con el cuerpo a Gabriel del campo y casi de Serbia. Germán se encaró con él, producto de la impotencia, la misma que arrastró Mumbrú al banquillo cuando desfiló por última vez.

Con un gigante absolutamente dominante, buenos tiradores que encontraron posiciones claras cuando se enviaban ayudas sobre el 2,21 y la clase de Jenkins, el Estrella Roja planeó desde el 75-65 hasta el 83-67 definitivo. Y el equipo visitante acabó más quemado tras un tiempo muerto en el último minuto con 16 abajo. En el otro partido del grupo, el Nizhny Novgorod ruso dejó claro que será el siguiente en la escala de favoritos, ya que ganó en la pista del Panionios por 75-89. El nuevo consejero Salva Guardia y el director deportivo, José Cobelo, acompañaron al Bilbao a Serbia, mientras el club se debate sobre un futuro en el que políticos importantes afines al PNV no quieren al actual máximo accionistas, Gorka Arrinda.