La temporada avanza, la racha del Real Madrid crece (ya va por 22-0) y los retos se endurecen. Los de Laso visitan esta tarde al Valencia (19:15, Teledeporte), segundo clasificado, sólo un triunfo por delante, aunque con un basket-average superior en 73 puntos. Tienen ante sí un desafío histórico: igualar su mejor arranque de siempre sumando las competiciones nacionales y las europeas. Ese 23-0 que estableció el Madrid de la campaña 1960-61 dirigido por Pedro Ferrándiz y con Laso padre como jugador. También con Emiliano, Lolo Sainz y Díaz Miguel. 53 años después, el equipo actual aspira a seguir reescribiendo la historia tras igualar el pasado jueves, en pista del Efes, su mejor arranque continental: 10-0.

Le falta un triunfo, un partido más, quizá el más difícil hasta ahora. Porque el Valencia encadena nueve victorias desde que cayera por un punto en la primera jornada en el Palau Blaugrana. Y porque la Fonteta es cancha maldita para los blancos desde 2010. Allí han perdido en las tres últimas temporadas, algo que no les ocurre con ninguno de los otros 16 clubes ACB. Un aliciente más, tan estimulante como el que se le presenta al Valencia: ser el primero en tumbar al Madrid y darle caza en lo alto de la tabla.

Lesiones. Laso vuelve a contar hoy con su plantilla al completo tras recuperar a Bourousis, que jugó el jueves en Estambul con una máscara que le incomodó bastante (fractura en el pómulo derecho), y a Carroll. El escolta se ha perdido los últimos tres partidos por molestias en la rodilla derecha y el miércoles fue padre de su tercera hija. Perasovic no tendrá tanta suerte. Lucic y su relevo, Barton, son bajas, igual que Aguilar. Aunque el técnico es optimista: “El rival juega el mejor baloncesto de Europa, pero se le puede ganar”. Partidazo.