NETS 83 - KNICKS 113
Los Knicks humillan a los Nets en el devaluado derbi neoyorquino
El fin de la racha de nueve derrotas consecutivas de los Knicks llegó con la victoria ante los Nets, en el primer duelo de la temporada entre equipos de la Gran Manzana.
En el encuentro de los equipos más decepcionantes, imperfectos y frustrantes de la NBA, los Knicks se han impuesto esta noche a los Nets por 83-113 y dejan a Jason Kidd, el preparador de Brooklyn, en una posición desesperada y al borde del despido.
Loa aficionados de Nueva York salieron victoriosos en su visita al barrio de moda de la Gran Manzana y pueden presumir que aunque han perdido hasta ahora con la mayoría de los clubes de la NBA llevan un parcial de 1-0 con los Nets.
Brooklyn, con sus apartamentos grandes y baratos, sus buenas escuelas, sus parques tranquilos y sus barrios acogedores para familias con niños y solteros y sus parejas, ha quitado brillo a Manhattan y con los Nets prometía también llevarse el dinero de los turistas de todo el mundo que visitan la ciudad.
¡Que gran decepción porque si los Knicks son malos este año los Nets son todavía peores! La adquisición de piezas de repuesto compradas a precios de oro procedentes de Boston como Kevin Garnett, de 37 años, y Paul Pierce, con 36, no ha funcionado y el entrenador Kidd, en su primer año como técnico sin calentar motores antes como asistente en los banquillos de la Liga, parece incapaz de arrancar un equipo que sin Deron Williams, aquejado de una torcedura de tobillo, no funciona.
Por una noche, los Knicks fueron un equipo que pasó la pelota con 24 asistencias por 11 de los anfitriones. Y acertaron un promedio de 57 por 100 de tiros de dos y de un 59 por 100 de triples. Con estos números Carmelo Anthony y su banda podrían ser campeones de una NBA que necesita desesperadamente que el equipo de su capital mejore y no sea el hazmerreír que es en estos momentos.
Los neoyorquinos han ganado 4 de sus 17 encuentros, antes de vencer a Brooklyn habían perdido 9 seguidos y Melo sigue siendo el jugador más egoísta de la NBA. La perdida por lesión de Tyson Chandler, su pívot titular, les ha dejado sin músculo para defender una canasta donde el romano Andrea Bargnani es un spaghetti sin fuerza.
Ante los Nets desaparecieron todos estos problemas y Anthony encestó 19 puntos, Bragnani ayudó con 16 e Iman Shumpert acabó con 17 y salvaron por una noche más al técnico Mike Woodson que debe tener sus caros trajes metidos en una maleta porque Jeff Van Gundy, comentarista ahora de televisión y antes preparador de los Knicks y de Houston, ya se ha comprado un billete de avión para viajar al aeropuerto Kennedy antes de que llegue Santa Claus y tomar las riendas del equipo.
El partido se decidió en el tercer cuarto cuando los visitantes lograron un parcial de 34-16 y Spikee Lee, el eterno aficionado optimista de los Knicks, saltó de alegría con cada entrada a canasta de Amar´e Stoudemire y el cara a cara de Bargnani con Garnett que mandó al italiano a la ducha expulsado por los colegiados por insultar a su oponente de los Nets.
“Estamos cansados de perder y esta noche ha sido una demostración de los que podemos hacer”, ha declarado Anthony que parece olvidarse de que enfrente estaban los Nets que llevan un parcial de 5-14.
“Tenemos que salir de este agujero y lo tenemos que hacer nosotros”, ha afirmado Garnett, el objetivo preferido de los insultos de los aficionados neoyorquinos que no olvidan su pasado verderón de los Celtics.