En su inmensa mayoría, los 17.482 espectadores del Mercedes-Benz Arena de Shanghai, en China, eran fervorosos fans de los Lakers. Pero esos fans sólo disfrutaron de una buena oportunidad para jalear al alicaído club californiano de la NBA: fue cuando Kobe Bryant se incorporó al banquillo del equipo laker ya en el último cuarto del partido que firmó la segunda derrota consecutiva en China de los Lakers ante los Golden State Warriors: un concluyente 89-115, con 15/26 en triples (58%) para los Warriors, donde Klay Thompson se despachó con 25 puntos y 5/6 en tiros de tres. Draymond Green (4/5 en triples) selló 14 puntos para los Warriors.
Regreso. Con 16 puntos (5/10 en tiros) en 25:30 de acción, más siete rebotes y cuatro asistencias, Pau Gasol fue, claramente, el mejor hombre de unos Lakers que esperan el regreso de Kobe Bryant como el milagro de los panes y los peces. Pero eso no va a ocurrir. Al menos, por ahora: “Todavía no puedo apoyar al 100% sobre el tendón de Aquiles. Trabajamos para soltarlo y va bien, pero aún no puedo apoyarme totalmente y empujar sobre ese tendón”, reveló Bryant.
