UNICAJA 97-ESTUDIANTES 78
Unicaja se da un festival ante un débil Estudiantes
Domas Sabonis, el hijo del mítico Arvydas Sabonis se convertía en el debutante más joven en la historia de Unicaja con 17 años cinco meses y diez días.
El Martín Carpena, que había sido el paraíso del Estudiantes en las tres últimas temporadas en las que salió victorioso, fue en esta ocasión su purgatorio. Unicaja ganó con autoridad y con momentos de mucha brillantez y un baloncesto extraordinario.
Joan Plaza impuso una defensa muy agresiva que asfixió al equipo madrileño, provocando numerosas pérdidas de balón que, traducidas en veloces transiciones, ensancharon muy pronto las distancias en el marcador. Del 9-4 en el minuto cuatro se pasó en un suspiro al 24-6 con el que se cerró el primer cuarto. Granger, que había sido el verdugo de los verdes en el triunfo estudiantil de la temporada pasada saldaba, su deuda con un partido muy completo. Una pesadilla para sus excompañeros.
El segundo cuarto adquiría caracteres de paseo militar malagueño. El tremendo 33-9 del minuto 14 no era nada comparado con el 52-19 del minuto 18. Estudiantes no existía y Unicaja era un manantial de baloncesto. La pregunta era, ¿sería capaz de superar el 111-55 que le endosó al Joventut hace en abril de 2011? El público enloquecía y hasta Domas Sabonis, el hijo del mítico Arvydas Sabonis se convertía en el debutante más joven en la historia de Unicaja con 17 años cinco meses y diez días, superando a Miki Servera. Una fecha para recordar.
Estudiantes sabía que no podía ser un alma en pena. Tiró de su proverbial dignidad y mejoró muchísimo en la segunda mitad. Cuatro triples consecutivos del incombustible Andrés Miso y unos minutos de relax defensivo local apretaron el marcador a un 67-51. Parcial de 10-21 que obligó a Joan Plaza a pedir tiempo muerto.
Pero era tarde para un volteo salvaje en el marcador. Unicaja estaba muy seguro que lo que hacía. El Martín Carpena hacía la ola, saludada el estreno de Sabonis, la solvencia de Granger, encontraba en Stimac un nuevo referente por su espíritu de lucha y aplaudió la belleza de un contragolpe procedente de un tapón de Fran Vázquez, un pase por la espalda del vigoroso Granger y un machaque de Dragic, que viene con ritmo de Eurobasquet. Unicaja transmite muy buenas sensaciones mientras que Txus Vidorreta deberá poner empeño en conjugar a los cinco fichajes y a un nuevo proyecto que, al menos hoy, ofrece dudas.