Un Madrid largo y solidario derriba al individualista Cajasol

El Madrid sacó adelante, con más luces que sombras y tirando de su amplia rotación, un partido que tenía casi ganado al descanso y que sólo se le complicó en la segunda mitad por culpa de la relajación. La mente se fue al duelo crucial del jueves en la Euroliga, ante el Efes turco. El Cajasol, horrible en los dos primeros cuartos, sacó algo de amor propio después para no dejarse ir, pero es un equipo que funciona a arranques de talento individual. Con esta derrota y la victoria del Fuenlabrada en Bilbao, el conjunto sevillano se ve seriamente amenazado por el descenso. Mucho trabajo para Aíto. Los de Laso, aprovechando la debacle del Caja Laboral en Málaga, amarran inevitablemente la primera plaza de la fase regular.

Poca resistencia encontró el Madrid pasado el 0-3 inicial con triple de Satoransky, el único jugador que no pierde nunca el norte en medio del preocupante naufragio del Cajasol, un equipo con buenos jugadores que no empastan. Alguno, eso sí, muy pasado de rosca como Mensah-Bonsu, lamentable en ataque y en defensa. El problema del equipo de Aíto es que se maneja en unos porcentajes con los que es muy difícil ganar. Con 2 de 10 en tiros de dos en el primer cuarto se lo puso fácil a los blancos, que mandaban con Llull y Rudy finos por fuera y Begic y Reyes rematando por dentro. Así se llegó con 24-16 al final de parcial.

Blakney acercó al Cajasol con un buen triple, pero la profundidad de banquillo del Madrid pasó por encima del caos sevillano. Carroll, hiperactivo, firmó 11 puntos en el segundo cuarto y puso tierra de por medio. El partido se rompió tras una antideportiva de Balvin a Reyes, con tiros libres del pívot y tres canastas seguidas de Carroll (39-21, min. 15). Juntos, defendiendo bien, pero sin grandes alardes, los de Laso desarmaron al Cajasol, muy torpe también en defensa. Y al descanso se llegó con el partido casi finiquitado: 48-30.

Casi, por que la ventaja madridista, que había crecido al inicio del tercer cuarto, hasta los 24 puntos (61-37, min.26), no fue a más y menguó por la relajación defensiva de los blancos, que propició la resurrección de Blakney. El base estadounidense anotó 14 puntos consecutivos, con tres triples, y puso a su equipo a tiro de diez con un cuarto por disputarse. Ciertas decisiones arbitrales (técnica a Rudy por protestar) también ayudaron a que el duelo se apretara.

Así las cosas, una victoria que el Madrid tenía encarrilada ampliamente, tuvo que sudarla más de lo que esperaba, muestra de que las fuerzas están justitas y la mente quizá se había ido al crucial partido de Euroliga contra el Efes (jueves, 20:45). El Cajasol llegó a ponerse a seis puntos con un triple de Bogdanovic a cuatro el final (70-64). Susto relativo para los blancos hasta que Rudy con un alley-oop a pase de su mejor cómplice, Sergio Rodríguez, y Begic, imponiéndose bajo tableros, echaron el cierre.