Baloncesto | NBA
Los Nets se imponen en el primer derbi de Nueva York
Desde 1977 no se enfrentaban dos equipos de la ciudad.
El lunes los aficionados neoyorquinos tuvieron el corazón partío entre los Brooklyn Nets y los New York Knicks en el primer derbi de la ciudad en la NBA desde 1977, último año antes de que los Nets emigraran a New Jersey. En el majestuoso Barclays Center de Brooklyn (lleno con 17.732 espectadores) la parroquia se dividió entre el blanco y negro de los locales y el azul y naranja de los Knicks, hasta que un magistral Deron Williams (16 puntos y 14 asistencias) decidió el partido en la prórroga para los Nets: 96-89.
"Esto no es una rivalidad. Yo considero a Boston y a Miami más enemigos que ellos". Así intentó suavizar la derrota Tyson Chandler, el pívot knick que sostuvo a su equipo en el tramo final con 28 puntos y 10 rebotes. Pero los piques en la grada no fueron los habituales en la NBA. Los Knicks echaron de menos a Jason Kidd, aquejado de dolores de espalda, cuando a Carmelo Anthony se le cansó la muñeca al final del tiempo reglamentario y de la prórroga. Anthony volvía a jugar en el barrio donde nació por vez primera en la NBA y no desaprovechó la ocasión con 35 puntos.
Buen nivel. Unos gritaban "Melo MVP" y otros respondían "Williams MVP". Y cuando las cámaras apuntaron a Beyoncé junto a su pareja Jay-Z, rapero y copropietario de los Nets, los hombres gritaron ensimismados poco antes de que los ojos de las mujeres se escaparan hacia Richard Gere, que también acudió al partido. Al ambiente festivo contribuyó el gran momento de ambos equipos, que se colocan ahora segundos del Este, empatados con un récord de 9-4 a sólo una victoria de Miami. Nueva York ya sueña con un derbi en playoffs.
Singler se hace fuerte en Detroit
Cuando Kyle Singler decidió dejar el Madrid para estrenarse en la NBA, existían dudas sobre el papel que podría desempeñar en Detoit. Ya no. Tras comenzar la liga como suplente, se ganó la titularidad y su rendimiento sigue creciendo. En la victoria sobre Portland cuajó el mejor partido de su corta carrera NBA con 16 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias.