Baloncesto | NBA
El orgullo 'celtic' se cuela en el camino de los Heat
Boston elimina a los Sixers y alcanza su 33ª final del Este
Puede que sea el honor de los celtas, la suerte de los irlandeses, el orgullo de ponerse la camiseta de los Celtics o la magia de vestirse de verde. Hay algo que hace de Boston un equipo que siempre encuentra la fórmula para ganar y para hacerlo en los encuentros más importantes. El sábado, por decimoctava vez en 22 oportunidades a lo largo de su brillante historia, ganaron un séptimo encuentro eliminatorio y dieron a David Stern la final de la Conferencia Este que tanto quería: Miami-Boston. Es la trigésimo tercera vez que el equipo de Massachusetts alcanza esta ronda. Sólo los Lakers lo han conseguido en más ocasiones (42) en la historia de la Liga.
La victoria frente a Philadelphia fue una gesta para estos viejos rockeros que están tan cerca de colgar sus guitarras. De los Fav Four sólo Rajon Rondo y Paul Pierce tienen asegurada su vuelta al equipo la próxima temporada, y es muy posible que para Ray Allen y Kevin Garnett -los dos quedan libres- estas sean las últimas semanas con la camiseta de los Celtics. La edad no perdona y Pierce, de 34 años, ha sufrido dolores en la espalda y las rodillas durante toda la temporada. Allen y Garnett, ambos de 36, saben que está puede ser su última oportunidad de lograr otro título de campeones de la NBA.
"Creo que podemos ganar a Miami y garantizo que no será como el pasado año (4-1 en semis a favor de los Heat)", asegura Rondo, que con sus 18 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias fue decisivo para derrotar a los Sixers en el séptimo encuentro.
Esperanza.
Los viejos del lugar en Boston saben que para colgar la decimoctava bandera de campeones en el Garden deberán ganar a LeBron James y posiblemente a Kevin Durant. Jugadores más jóvenes, con mucho hambre pero que ni visten de verde, ni son celtas y ni mucho menos tienen la buena suerte de los irlandeses.