Corajudo, obligado a entrar en el intercambio de canastas que le propone al Madrid y agarrado a la genialidad de Juan Carlos Navarro, que metió una de las canastas de la fase regular desde el centro del campo antes del descanso (42-48) y ofreció una réplica maravillosa a Jaycee Carroll al principio del último cuarto, el Barça atrapó la primera plaza de la fase regular de la Liga Endesa y dispondrá de ventaja de cancha en la hipotética final que se avecina. El romántico Madrid de Laso perdió y será segundo, pero sus avisos al Barça no son casuales. Encantado de regresar después de levantar la Copa en el Sant Jordi el 19 de febrero y con el subidón futbolístico de hace dos semanas en el Camp Nou, esta vez estuvo valiente en el Palau Blaugrana, pero le resultó imposible escapar a la atmósfera asfixiante de los últimos instantes, en el que mandó esa suerte de Harry Potter que es Navarro.
El Madrid calcó durante tres cuartos la final de Copa. Estuvo brillante, tirado a ratos por Suárez pero especialmente por esa manera de jugar de la que Laso ha hecho un modo de vida en el Madrid, que llegó a escaparse por 13 puntos (34-47) después de conseguir parciales similares cada poco tiempo (15-28, 22,34). El Barça pareció superado. Otra vez sin plan defensivo para tanto vendaval en ataque. A Xavi Pascual, desesperado, se le aparecieron los fantasmas de la Copa. Vio una técnica y por un momento se sintió incapaz. Sólo le ayudaban Mickeal y Eidson, los aleros altos que le resolvieron problemas en los dos primeros cuartos. Eso, hasta que Navarro dijo basta. Superado por Carroll en la final de Copa, esta vez agarró el toro por los cuernos, aceptó el reto y, con 51-62, el Barça voló a su lomo. Sus 23 puntos provocaron la remontada del Barcelona, que no tuvo una diferencia mayor de tres puntos en todo el partido. El mano a mano de Carroll y Navarro entre el final del tercer cuarto y el principio del último fue de lo mejor de la temporada e invita a pensar en una final apasionante. Agonizando, con defensas al límite del reglamento muy al estilo Pascual, el Barça evitó el último triple de Carroll en los últimos segundos. Y mientras Vázquez voló por encima de los pívots madridistas, Begic cometió pasos. Y aunque a Laso la aparición de Sergio Rodríguez le funcionó (82-83), nadie encontró respuestas ni en defensa para el gigante Fran en las dos últimas jugadas ni en ataque para volver a empatar. El Barça ya es primero de la fase regular, pero haría bien en no fiarse. El Madrid ya le mira a la cara y tiene ojos de querer el título. La Liga Endesa está recuperando de verdad el clásico.
