La NBA se enfrenta al peor escenario posible: los jugadores rechazaron la última oferta de la patronal y anunciaron que se procederá a la disolución del sindicato de jugadores. El director ejecutivo de la Asocicación de Jugadores, Billy Hunter, tras una reunión relativamente corta, anunció que las "negociaciones están completemente rotas". Derek Fisher, presidente del sindicato, aseguró que ha habido unanimidad por parte de los jugadores: la oferta era inaceptable. Ahora sí, la temporada NBA corre peligro. La voluntad de los jugadores de rechazar la propuesta de la patronal era obvia. Por eso la reunión fue corta y por eso bastó una votación a mano alzada.
Una vez que los jugadores decidieron que la propuesta de la NBA era inaceptable, se abre la vía de la disolución del sindicato de jugadores, que han optado voluntariamente por renunciar a esa representación para acortar así los plazos de sus próximos movimientos. Estos pasan por avanzar por la vía judicial. Al dejar de estar conformados como grupo negociador, pueden denunciar a la NBA por prácticas de monopolio si la patronal sigue actuando como bloque. Para ello los jugadores cuentan con un experto en cuestiones legales anti-trust como David Bois, que ya participó en las negociaciones de la NFL en el reciente lockout de esta competición, resuelto de una forma similar pero en plazos que permitieron salvar la temporada completa. Algo que ahora reprochan los agentes y jugadores que sugirieron esta vía desde el final del verano y que consideran ahora que se ha perdido un tiempo precioso en unas negociaciones abocadas al fracaso. De nada ha servido la presión del comisionado David Stern, que ha amenazado a los jugadores con una postura aún más dura por parte de la patronal si rechazaban la oferta que hoy lunes ha pasado a mejor vida. Los jugadores, pese al miedo a una temporada sin baloncesto y sin cheques que cobran, se han mantenido firmes en su postura.
La disolución del sindicato puede estar resuelta en unas 48 horas. Si los jugadores denuncian, se entrará de ello en los plazos legales que irían claramente en contra de las urgencias de una competición que amenaza con quedarse, literalmente, sin fechas. En teoría, los jugadores seguirán negociando de forma encubierta y retirarían la demanda en caso de alcanzar un acuerdo. Ese es ahora el camino más factible para evitar una cancelación de la temporada completa y asegura una permanencia más larga de los NBA que están en Europa, caso de Rudy Fernández o Ibaka en el Real Madrid. Además, habrá que estar atentos a los movimientos del resto de grandes estrellas, por ejemplo los hermanos Gasol, que están pendientes de la disputa o no de la temporada para tomar una decisión. La temporada, ante la senda que se abre y con el calendario en la mano, puede correr, esta vez sí, serio peligro. Eso haría un daño inmenso a la liga norteamericana y podría cambiar radicalmente el escenario competitivo de las competiciones europeas en la actual temporada.
