Eurobasket | España 92 - Macedonia 80
España, a Londres y a la final con 'Magic' Navarro
El capitán se exhibe con 35 puntos y disputará sus cuartos Juegos.
El partido internacional más decisivo en la carrera de Juan Carlos Navarro depositó a España en los Juegos de Londres y en la final europea de mañana, ante Francia: más revancha. Navarro duda si declarar éste como su día más importante con la Selección, pero si él no dice, lo escribo yo.
Pese a las cargas acorazadas de los Gasol y los alardes de Ibaka, entre un arbitraje sibilino que buscaba igualar y ante una Macedonia crecidísima, sólo la transfiguración de Navarro en arma nuclear ahorró a España una cita con la agonía. En el descanso, Macedonia dominaba por 44-45, los Gasol recibían más palos que dos esteras, los árbitros lo dejaban correr, y las torres macedonias, Antic y Samardziski iban a dieta de faltas: dos por barba. Pero Ilievski y Antic anotaban de tres en tres: once puntos cada uno. McCalebb, en diez puntos, rompía cinturas.
Zona. Con 31-22 para España, tras el primer triple de Ricky en Lituania y el martilleo de los altos, la presionante zona 2-1-2 lanzó a Macedonia: 0-10 y ventaja de 31-32, minuto 15. España, atascada, sólo caía por 44-45 en el descanso gracias a que Ibaka se apoderó del aire y del espacio. Hubo técnica para Marc Gasol, frustrado y apaleado por Chekovski.
Era el denso clima de alta tensión soñado por Dokuzovski, entrenador de la Cenicienta macedonia. Y en el corazón de la tensión, Navarro se esparció como una estrella de neutrones. Para Macedonia, que mandaba por 48-51 en el minuto 22, la Estrella de la Muerte. Pau Gasol subía como un cíclope, con soldados macedonios colgados de los brazos (54-52, 58-56), pero Navarro reventó a Ilievski, ametralló la zona macedonia y cerró el tercer cuarto con once puntos consecutivos: minuto 30, 71-62 para España y 27-17 en el cuarto: de esos 27 puntos, Navarro había hecho 19. Macedonia combatía y el rabioso McCalebb mordía: con 84-76, a 2:43, volvió a aparecer Navarro, rumbo a 35 puntos totales y a sus cuartos Juegos Olímpicos: como Epi. Todo acabó en 92-80, tras canasta de Pau y tapón de Marc al diablo McCalebb. Tercera final continental consecutiva para España, cuarta en cinco Europeos. Pau-Kareem es grande. Magic Navarro es su profeta.