McCalebb, último escollo entre España y Londres

Diluvia sobre Kaunas: viene el otoño. Pero la verdadera ducha fría cayó sobre Lituania y su equipo nacional de baloncesto en la noche del miércoles. Tan resplandeciente como su escudo, un sol rojo y amarillo, la Macedonia de Bo McCalebb, las torres Antic y Samardziski y el tirador Vojdan Stojanovski desencadenó un tornado que arruinó el castillo de naipes lituanos: Lituania quería elevar a los herederos de los héroes Sabonis, Kurtinaitis y Homicius a lo más alto del podio, para ser campeones continentales en Kaunas como en 1939, en el viejo Kaunas Sports­ Hall

Pero en 2011 y en el cavernoso Kaunas Arena, Lituania ya no va a pasar del quinto puesto y puede dar gracias a que ayer atrapó ante Eslovenia y por los pelos el último tranvía del Preolímpico: hoy, en el Arena y contra España (16:30 horas), serán los soldados macedonios quienes libren la batalla semifinal que parecía reservada a los hijos deportivos de los mitos del Zalgiris. Dice Pero Antic, uno de los colosos macedonios de Skopje: "Podemos dar gracias a aquel triple que nos metió el ruso Monya en el último segundo, en Vilna. Probablemente, estamos en las semifinales gracias a él". El rapado Antic, que tira triples y es un muro en los rebotes (10,9 puntos, 8,8 rechaces por partido) tiene ficha en San Petersburgo, pero el Caja Laboral de Vitoria se interesa por su pase.

El juego de Macedonia (nombre oficial, FYROM, Former Yugoslavian Republica Of Macedonia, para molestar menos a los griegos) gira en torno a los centímetros de Antic (2,10) y de Samardziski (2,15), más el control del zurdo ex barcelonista Ilievski, los triples de Stojanovski y la bomba ambulante que es el base-escolta Bo McCalebb, sensación del torneo. Pero ya no hay mucho más bajo la dirección de Marin Dokuzovski: el leñador Chekovski (2,02) y, quizá, Damjan Stojanovski, gemelo de Vojdan. "Los Stojanovski son ese tipo de jugadores que vendrían bien a un Unicaja o un Cajasol", opina Dejan Lekic, director deportivo de esta asombrosa FYROM.

El acorazado.

Macedonia pincha el ritmo por debajo de 70 puntos. Mueve ataques con el antiquísimo 'ocho'. Pero se le aparece España, tan imponente como una Armada Invencible: la Armada del almirante Pau Gasol. Los partes médicos avalan a Calderón, que se entrenó ayer: "Se trata de un equipo perfecto", resume McCalebb. En este Eurobasket quedan dos partidos para España y Macedonia. Este de hoy vale un mundo: vale la final y el billete olímpico para Londres. A Pau Gasol sólo le queda dar la señal: "Que cada uno cumpla con su deber". Y ya se sabe cuál es el deber de España