Macedonia, el equipo revelación e imprevisible

La clasificación de Macedonia para las semifinales del campeonato de Europa, donde se medirá con España el viernes a las 16.30 horas, confirma su condición de equipo revelación al alcanzar una cota imprevisible.

Nadie esperaba la irrupción de Macedonia en este campeonato. Un equipo atípico, sin grandes nombres en el firmamento europeo a excepción del nacionalizado Bo McCalebb, y con un pobre bagaje en su corta trayectoria como selección de baloncesto desde su independencia en 1991.

No figuraba como favorita para pasar la primera fase del Europeo, pero tras perder el primer partido ante Montenegro (65-70), ganó a Croacia (78-76), a Grecia (72-58), a Finlandia (72-70), y a Bosnia (75-63). Menos favorito fue en la segunda fase donde ganó a Georgia (65-63), a Eslovenia (68-59) y perdió con Rusia (61-63), en el último segundo con un triple a tablero de Monya.

En cuartos de final dio la campanada al dejar fuera de la lucha por las medallas al país organizador, Lituania, en un pabellón lleno y con un final de infarto (67-65). Tres jugadores lo juegan todo, Vlado Ilievki (37 minutos de media), Bo McCalebb (34 min.) y Pero Antic (34 min.) y en el quinteto macedonio los pívots también juegan por fuera de la línea de 6,25 metros, lo que los hace atípicos, imprevisibles e incómodos para jugar.

Pese a ser la revelación, haber llegado a semifinales, llevar una trayectoria espectacular y tener una moral más alta que nadie, Macedonia parece muy inferior a la selección española, máxime si el partido de semifinales es la llave para luchar por el oro y el pasaporte directo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.