España: un tren expreso que no piensa en rivales

Para cada pregunta hay una respuesta. "¿Qué va a hacer España?", preguntaban casi al alba Valdemaras Homicius y todos los del 'staff' de Lituania, aterrados ante la eventualidad del cruce en semifinales con una Selección que ya es el ogro de este Eurobasket. Respuesta a la pregunta: 96-69 a una Francia que (¿intimidada?) no usó a Parker, Noah y Gelabale. Y el titular en L'Equipe: "Partido falso, derrota verdadera". Muy verdadera.

Vincent Collet, seleccionador francés, excusó las bajas con buenas palabras. Y Francia aguantó lo que duró el fuelle de Kevin Seraphin, un mastodonte de 206 centímetros, 125 kilogramos y buena mano que intentan pulir los Wizards en Washington. Con diez puntos seguidos de Seraphin ante Marc Gasol, y los españoles en un escenario imprevisto e incómodo, Francia mandaba en el primer cuarto: 21-22. Cuatro triples de Navarro, sin fallo, alzaron a España hasta el mínimo 39-38 del descanso. En un partido normal, la tercera falta de Navarro (minuto 17) hubiera traído preocupación. Pero no era un día normal.

Tras el descanso, Francia insistió con Seraphin, más suplentes y la Selección española desplumó a los gallitos de Collet: velocidad, robos y triples de Rudy, más el martilleo de los Gasol. El minuto 25 ya se cruzó en 57-40, tras un mortal 18-2. Boris Diaw, regordete figurón de 'les bleus' gruñía a Collet: "Estos muchachos"

El 68-46 del tercer cuarto valía la sentencia, ya con los Gasol sentados y Sada de guardia. Llegó Claver, no falló un tiro, incluidos dos triples, y en el minuto 38 había masacre: 91-58. Al fin, 96-69, primera derrota de Francia tras 14 victorias.

Cruces.

España viaja hoy a Kaunas como campeona del Grupo E. Allí tiene los cuartos el miércoles, con Eslovenia o Finlandia. Después, quizá toque Lituania, en semifinales, pero España es ahora como el Chacal en busca de la cabeza de De Gaulle o como el Capitán Ahab desatado rumbo a Moby Dick, la Ballena Blanca del título europeo. España va al Kaunas Area como un tren expreso en busca de su Destino: los Juegos de Londres y la cima del podio. Cualquiera que viese las caras de Homicius y los suyos sabe que Lituania no quiere ponerse delante de este tren