La Selección se prueba con fuego real: Lituania

Como hoy, Lituania siempre juega sus partidos a las 21:00 horas en Panevezys, una hora menos en España. Y hasta hoy, y durante toda esta semana, cuando cierra la noche báltica sobre Panevezys, una caravana triunfal de coches, motocicletas y banderas tricolores colapsa el centro urbano. Es que hasta hoy, Lituania ha ganado sus tres partidos en Panevezys. Y entonces se desata la locura. En el Arena de Panevezys caben oficialmente 5.656 espectadores, pero cuando juega Lituania, aquello es una leonera, un verde océano embravecido.

En fin, España tampoco ha perdido en Panevezys, Cabe aventurar que, si no lo hace hoy, y pese al cruce de mañana con Turquía, la Selección ya debería llegar sin derrotas al grupo de Vilna. La prueba de fuego real, en un infierno verde, es ésta de hoy: Lituania es el equipo que más triples acierta en este Eurobasket (50%), incomparable con el humilde 22% de España desde la línea de tres (11/50). Pero, más allá, Lituania gana porque muerde, sube los partidos a un crescendo de intensidad frenética y reparte hasta en los carnés de identidad. "Intentaremos que España sienta la presión", apuesta Jasikevicius. No ha de jurarlo.

Con los planos de combate, el estelar plantel de España no debería temer al heterodoxo grupo de rocosos lituanos, pero eso es ilusión: hace un par de semanas, en el Kaunas Arena, esta Lituania iba ganando a esta España por 55-35 a comienzos del segundo tiempo en aquel amistoso que se cerró con 88-76 para los lituanos: única derrota de la Selección española en este 2011. "Será un partido difícil y divertido", anticipa Pau Gasol. Se intuye la motivación del jugador-insignia de la Selección (23,3 puntos y seis rebotes de media en este Europeo), pero Pau puede prepararse para un enjambre de manotazos y el asedio asfixiante de la defensa báltica: así ganó Lituania en Kaunas y así demolió a la Turquía de Ilyasova, Turkoglu y Asik. Fascina la capacidad de los lituanos para secuestrar los partidos y hacerlos girar a su ritmo.

Final anticipada.

La derrota no quitará un átomo de opciones reales al perdedor pero sí le dañará psicológicamente, cara a esa final Lituania­-España que previene el mismo Arvydas Sabonis, idolatrado por las calles de Panevezys. España y Lituania van 1-1 en este verano, tras verse en Madrid y Kaunas. Esto se llama un statement game, un partido como una declaración de principios. El que pierda no ha perdido el Eurobasket, pero el que gane gana la ventaja mental. España tiene más equipo y debería poder imponer su ritmo. Será una hazaña lograrlo en la ratonera de Panevezys, pero es lo que toca hacer al campeón.