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CAJA LABORAL 81-MACCABI 83 | euroliga

El Caja Laboral, sin factor cancha tras un caótico final

El Caja Laboral se complicó el camino en los cuartos de final de la Euroliga al encajar una derrota por 81-83, gracias a una canasta en el último segundo de Jeremy Pargo.

El Caja Laboral, sin factor cancha tras un caótico final

En un apretado final de partido, los baskonistas pagaron con la derrota su dos últimos malos ataques. Un balón perdido por el brasileño Marcelinho Huertas y un lanzamiento de Logan que no llegó a tocar canasta permitieron a Maccabi tener la posesión ganadora con 18 segundos.

A Pargo no le tembló el pulso para fabricarse la canasta del triunfo y colocar a Maccabi con la opción de certificar el billete a la Final entre Cuatro si vence los dos partidos de la semana próxima en su caldera del Nokia Arena.

El conjunto israelí arrancó el duelo con la intención de cargar el juego interior y el griego Sofoklis Schortsanitis monopolizó once de los primeros trece puntos amarillos ante un Caja Laboral que no comenzó tan cómodo en la pista como hace 72 horas.

De nuevo, el acierto exterior permitió a Caja Laboral cerrar el primer acto con ventaja, 22-19, tras un triple sobre la bocina de Teletovic. Otro más del bosnio y de Logan le permitieron lograr una máxima renta de once, 40-29, en el ecuador del segundo y conservar ocho al descanso, 46-38.

Los vitorianos se dejaron la intensidad en el vestuario y permitieron a Maccabi empatar el duelo, 51-51, que entró en una fase de total igualdad y con el uruguayo Esteban Batista como mejor antídoto y freno de un inspirado Schortsanitis.

Con un apretado 66-65 se empezó a jugar el dueño del segundo punto de la serie y la tensión encogió las muñecas de los jugadores. Huertas y Batista asumieron el mando y el uruguayo impuso su poderío bajo los tableros.

Suyos fueron los primeros cinco puntos que distanciaron a los locales, 71-66, hasta que cometió la cuarta falta. Su ausencia la aprovecharon los macabeos para empatar el partido, 77-77 con dos minutos por jugar.

Todo se resolvió en dos malos ataques baskonistas con una pérdida de balón de Huertas y un mal tiro de Logan que dejaron en bandeja el triunfo a los israelíes con 18 segundos para ganar el partido. Pargo no falló y se fabricó la canasta del triunfo que hizo enmudecer la caldera del Buesa Arena y oscurecer el panorama de Caja Laboral en la Euroliga.