ACB | Real Madrid 82 - Estudiantes 61
El Estu espabila tarde ante un Madrid pletórico
El derbi madrileño duró siete minutos. Un parcial de 13-0 colocó al Madrid por delante 17-6 y el Asefa Estudiantes ya no se levantó. Llull y los pívots fueron los mejores y los de Messina son líderes provisionales a la espera de lo que haga hoy el Regal Barcelona.
No suelo comparar el baloncesto con el fútbol, pero haré una excepción porque el derbi de ayer lo había visto ya hace unos días en el Calderón y en el Bernabéu, en la reciente eliminatoria de Copa. Un equipo con ilusión frente a otro muy superior en ritmo, talento y poderío físico. Un duelo con distancias abisales, sin opción de sorpresa.
El Madrid rozó la perfección en algunos minutos de la primera parte, con Prigioni amarrando bien las riendas, dominando el partido, buscando a Llull para alguna galopada sin control, aunque con un objetivo prioritario en la mayoría de los ataques: los pívots. Las torres blancas avasallaron al rival con tiritos sencillos y letales. Una vez tras otra golpeaban al Asefa Estudiantes con suma facilidad y, cuando no, abrían el balón para un lanzamiento exterior. Llull se dejaba encontrar en el perímetro, siempre hiperactivo, a gran nivel.
Pero si el Madrid circulaba el balón a la perfección, con pérdidas contadísimas, en la otra parte del campo, en defensa, rayaba todavía a más altura. Sólo las acrobacias de Caner-Medley y el pundonor de Jasen (lesionado a cuatro minutos del final, con un esguince de grado medio en el tobillo izquierdo) abrían grietas en el muro local. Cada canasta colegial era un gol, una proeza digna de celebración. Velickovic resultaba utilísimo ante los aleros del Estu, ante el propio Jasen, que morían en la pelea sin mirar aro. Angustia era la palabra frente al triple poste blanco, ante las ayudas constantes en defensa.
Al descanso, el resultado pintaba definitivo: 48-30 y, más allá de los números, las sensaciones, de la primera a la última aliadas con el Madrid, hinchando al máximo de su resistencia la vela blanca. Con el viento a favor, los de Messina se despistaron algo en la reanudación: un par de pérdidas, fallos en tiros cómodos ...
Poca reacción.
Fueron los minutos colegiales de más brío (63-50), pero, como diría luego Casimiro, llegaron tarde. El 13-0 del primer cuarto (17-6, minuto 7) les había sepultado. El matagigantes se presentó en la Caja Mágica dormido y sin pegada, el Madrid no será su quinto muerto. Porque en lo que va de Liga el Estu ha ganado cuatro (Barça, Caja Laboral, Unicaja y Valencia) de los seis partidos que le han enfrentado a los equipos de la Euroliga. Con el Madrid no puede, igual que el Atleti.