ACB | Regal Barça 95 - Real Madrid 75
El Barça, líder al grito de "esto es un chorreo"
Despues del +34 de la Supercopa, ahora tocó un +20. Desde que aterrizara en el Madrid, el balance de Messina en partidos oficiales con los azulgrana es de 1-9. Esta vez, al Regal Barça ni siquiera le hizo falta que Navarro y Ricky sobresalieran. Lakovic y Lorbek brillaron más. Tremendo equipo.
Qué manera de palmar, qué manera de ganar, que cantaba aquel. El Regal Barça no tocó ni una coma del guión en el cierre de un 2010 de ensueño. Lo más grave es que el Madrid tampoco. Sigue la cantinela después de los 34 en canal de la Supercopa. Ya no hay crédulos ni en la parroquia blanca. Fueron 20 arriba, pero se rozaron los 30: 83-57.
Los de Xavi Pascual (salió a hombros) se pusieron líderes al grito de "¡eo, eo, eo, esto es un chorreo!". La afición culé va de fiesta en fiesta y tira porque le toca, nunca como hasta ahora había sometido al Madrid en los duelos directos, en fútbol y en baloncesto. Goleadas de escándalo con preaviso. Demostraciones de fuerza colosales. Este Barça es un súper equipo más allá de sus estrellas. Ni Ricky ni Navarro, ni los fichajes (entre Ingles y Anderson, -13 de valoración), ni Mickeal ni Basile lesionados, a título periodístico, los héroes fueron Lakovic y Lorbek. Pero apunten ustedes al que quieran.
El cuento de hadas continúa: ¿Vendrá la Triple Corona en 2011? En contra, sólo la edad, porque las lesiones no son siempre casualidad. A Juan Carlos Sánchez, director del baloncesto blanco, le preguntaban en TVE si el Madrid podía tener la ventaja de la juventud frente a la veteranía. Cortó en seco el debate y vino a decir, que qué leches, ni jóvenes ni viejos, que lo que el club blanco quiere es un equipo campeón. Como el del Barça, añadimos.
Desde que arrancó el proyecto Messina, hace quince meses, el balance frente al Ogro es de 1-9. Y lo peor es que cuando más cerca anduvo de ganar fue justo en el primer enfrentamiento. Las distancias no han parado de crecer al ritmo que el Real evolucionaba sólo frente a otros, no ante el Barça. Ni una promoción entera de psicólogos podría arreglar el trauma que golpea a la plantilla blanca. Que le gane al Barça un partido en el futuro, despierta dudas; que le bata en un playoff, parece ciencia ficción. Le queda la oración, rezar para no emparejarse en el Top-16 o donde sea. Si hoy se repitiera el duelo, veríamos lo mismo, otra exhibición culé y otro colapso merengue.
La puesta en escena de los de Messina fue de despido generalizado. Acogotados por la defensa, mandarinas al canto replicadas con contraataques letales: 22-5. Hasta Perovic marcó diferencias. Mucho Barça, modelo de juego veloz, el que siempre gustó aquí; impotente Madrid.