Los nuevos Knicks de Stoudemire son el equipo de moda

Los turistas que acudan estas Navidades a Nueva York con la esperanza de comprar una entrada barata para la NBA se van a llevar una sorpresa, porque los Knicks vuelven a colgar el cartel de "no hay billetes". Y si queda alguna, el precio será elevado ya que el equipo de la Gran Manzana se ha puesto de moda y el lunes logró su quinta victoria seguida, la décima en sus últimos once partidos. Así, con un récord de 13-9 (su mejor marca a estas alturas desde 2000) se encuentran cómodamente instalados en zona de playoffs, tras seis años sin lograr clasificarse para ellos.

El equipo vuelve a ilusionar como no lo hacía desde finales de los noventa. El gran culpable es Amare Stoudemire, el ala-pívot llegado este verano desde Phoenix, que promedia 25,3 puntos y 8,9 rebotes y ha sido nombrado mejor jugador de las dos últimas semanas en la conferencia Este. "Triunfar en Nueva York era el plan cuando vine y se está cumpliendo antes de tiempo", señala el hombre milagro de los Knicks.

Cambio.

Junto a Amare, están destacando otro fichaje veraniego (el base Felton), el rookie sorpresa Fields y el talentoso e irregular italiano Gallinari. Y los sabios aficionados neoyorquinos lo agradecen llenando cada noche los 19.000 asientos del Madison. Y, de paso, silenciando a la reventa, que ya no se acerca a los turistas curiosos con ese rumor tan típico los últimos años de "Knicks tickets, Knicks tickets". Los históricos Knicks han resucitado.