Olympiacos: primer gran duelo en la Caja Mágica

En lo que va de campaña el Madrid se ha medido dos veces a equipos con caché para ganar la Euroliga. La primera, al Barça, en la Supercopa, con aplastante triunfo azulgrana por 34 puntos y, la segunda, hace cinco semanas al Olympiacos. Victoria de los de Ivkovic por 16 tantos (82- 66). Hoy llega la tercera, con los griegos de vuelta en la Caja Mágica (importante test para el pabellón) y con cuentas pendientes entre los dos equipos, también entre la hinchada madridista y Papaloukas.

Hace dos campañas, en el play off de cuartos, el genial base dio la vuelta al ruedo de Vistalegre diciendo adiós a los aficionados blancos, gesticulando como si llorasen por la eliminación. Luego, ya en el autobús y mientras era increpado por los seguidores, volvía a reincidir al hacerles ver con sus manos que verían la Final Four por televisión. Por primera vez volaron botellas de plástico vacías al parqué de Vistalegre.

Calma. Hoy el público dará ejemplo y todo quedará en simples pitos. La gente gritará en la grada y Papaloukas jugará en la cancha, recuperado a tiempo de una lesión, sin gestos impropios de su talento. "No sé por qué hizo aquello -dijo ayer Messina de su antiguo discípulo, con el que mantiene una gran relación- yo no era ya su entrenador, quizá eso pudiera influir"". En lo deportivo, una vez que hay consenso en que el Madrid es un equipo joven y en formación, la de hoy es una prueba ideal para comprobar si de verdad existe evolución. "Si jugamos bien y ganamos, aceleraremos nuestro crecimiento", afirma Messina, al que le preocupan las penetraciones de Spanoulis (16 puntos y 7 asistencias en la ida, 15,6 de valoración en el torneo). Junto a él, el pívot Bourousis (16), el base serbio Teodosic (14,6) y la torre eslovena Nesterovic (12).

Prigioni puede ser la novedad en la convocatoria siete semanas después, aunque aún le cuesta completar dos entrenamientos seguidos. No quiere faltar a un partido grande.