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Euroliga | Real Madrid 83-B. Bamberg 81

Un palmeo de Fischer rescata al Real Madrid

El pívot decidió el triunfo a dos segundos del final de la prórroga

<b>EL CAPITÁN. </b>Felipe Reyes fue importante en el tramo final del partido, donde asumió bastante protagonismo cuando Sergio Llull ejercía de líder espiritual.
EL CAPITÁN. Felipe Reyes fue importante en el tramo final del partido, donde asumió bastante protagonismo cuando Sergio Llull ejercía de líder espiritual.carlos martínez

Aplausos al Brose Bamberg, que ofrece más de lo que cualquiera esperaría de una plantilla de nivel medio. Aplausos para su técnico, Chris Fleming, que le ha hecho campeón de Liga y Copa en Alemania, y que nos presentó en la Caja Mágica (la afición ya se moviliza por el cambio al Madrid Arena) un equipo de sinergias, magníficamente trabajado. Modelo elocuente del baloncesto europeo; lástima que Fleming sea estadounidense...

Desde ahora entendemos mejor por qué tumbaron al Olympiacos hace dos jornadas. Son un bloque que defiende duro, donde sus pívots (Kyle Hines no llega a los dos metros) no paran de luchar, y que en ataque mueven el balón como demonios, con el bajito Brian Roberts­ de brazo ejecutor. Pensarán que les vendo al Bamberg como aspirante a la Final Four. Tampoco es eso, pero sí que a veces no todo se explica por las lagunas del pez grande, del Madrid; aunque al final se impusiera el de mayor talla, D'or Fischer. Desde sus 2,11 palmeó a dos manos el último tiro de la prórroga, una entrada en busca del milagro de Sergio Llull. Los largos brazos de ébano del pívot de Filadelfia fueron la salvación.

El héroe postrero en un partido de gran tensión, en el que Messina­ cambió la inercia dos veces cuando los del Fleming amagaban con el KO. Y lo hizo con sendos tiempos muertos, con instrucciones precisas, con templanza. No era cuestión de actitud, sino de detalles, porque el Madrid remaba, sudaba, pero no se desenganchaba. Era el remolque; pilotaba el Bamberg. El desacierto en los triples (3/16) volvió a ser una losa. Faltaron ideas, aunque Llull dio el grito del líder a tiempo: uno real tras un mate soberbio y otro virtual para dirigir el empellón final. A su lado se alinearon Reyes y Garbajosa, también Fischer. Y dos detalles en el puesto de alero: Velickovic crece con la grada apoyándole y Suárez acabó con ¡26 de valoración sin tirar!