Obama invitó a Durant a un partidillo en la Casa Blanca

Muchos niños de Washington crecen con el sueño de ser presidentes de EE UU, pero Kevin Durant siempre soñó con entrar en la Casa Blanca para una cosa diferente: jugar al baloncesto. Lo logró el 18 de septiembre cuando Barack Obama le invitó a un partidillo en la pista que el presidente ha construido en el 1600 de Pennsylvania Avenue y a la que invita a sus amigos a disfrutar de su deporte favorito.

"Siendo de Washington ha sido algo extraordinario y como es un presidente afroamericano tiene un significado especial", ha declarado la estrella de los Thunder, que tuvo además la oportunidad de llevar a dos de sus compañeros de equipo (Maynor y Harden), a su madre y a su abuela. El máximo anotador de la NBA la pasada temporada no quiso humillar a Obama: "El partidillo fue algo informal, entre amigos, todos jugaron bien". Y además ha mantenido el encuentro en secreto durante mucho tiempo porque consideró que era algo privado entre él y el presidente.