La historia y Plaza ponen a prueba el plan Messina

Esté donde esté, una parte de mi corazón siempre será blanca". La frase es de Joan Plaza, que este mayo no presenta libro, pero trata de escribir el auténtico novelón de los playoffs: eliminar con su Cajasol al Real Madrid. Enfrente está Messina, su sucesor en el banco madridista, quien agota la última bala de la temporada tras el tiro al aire en Copa del Rey y Euroliga. Duelo con morbo. No hay mejor guión para iniciar el camino hacia el título.

Será un baile con árbitros de etiqueta (la mediación de CSD y FEB hizo la paz) y con todos los invitados tratando de pisar el juanete del intocable Barça. El Madrid quiere verse con los azulgrana en la final, pero antes debe resolver otros compromisos. El del Cajasol puede leerse desde uno y otro lado de la estadística. Si miramos lo ocurrido esta temporada, vemos que el Madrid ganó los dos partidos por veinte puntos (56-76 en Sevilla y 81-61 en Vistalegre). Si desempolvamos la historia, ésta dice que los dos precedentes en playoffs entre ambos clubes acabaron con sonrisa andaluza: 95-96 y 98-99, entonces con otro nombre y apellido, Caja San Fernando.

En el duelo entre Messina y Plaza, el italiano domina por 3-1. Llull recarga sus pilas -máximo anotador blanco en los últimos siete partidos- y Van den Spiegel completa el roster para el playoff; ya no podrá haber cambios, ni por lesión. Miso tiene gastroenteritis en el Cajasol en una serie en la que el Madrid quiere reivindicarse y, de paso, acabar con máximas ACB como esa que dice, con voz cavernosa, que el tercero de la fase regular nunca ha sido campeón.