Patricia Campos Domenech

Benzema llegó sin hacer ruido, como el menor de los galácticos, al mismo tiempo que Kaká o Cristiano... Luego llegaron Bale y Hazard. Ha podido con todos destapando el tarro de sus esencias.

Esta España demostró que a pesar de jugar en medio de la tormenta, compite.

Hay muy pocos contextos donde el ser humano transita de la ira al éxtasis en tan poco tiempo. Diría que solo uno: un partido de fútbol de la Selección.

Habrá dos partes bien diferenciadas esta temporada: antes y después del Mundial.

Los jugadores mayores de 32 años fueron los que más minutos jugaron en la Champions

No decepcionamos como Noruega, ni hemos desprendido ternura como Irlanda del Norte pero tampoco hemos sorprendido como Bélgica.

Alguien tiene que marcar los goles si los falsos nueves buenos para todo no lo hacen

Los derechos se consiguen luchando y no dejando que los demás hagan las cosas por nosotras.

El Madrid es de nuevo campeón de Europa. ¿Y el Barça qué? El masculino nada, pero el femenino sigue arrasando y paseándose por España.

A veces los finales nos gustan, otras no tanto porque nuestra decepción es la felicidad del rival pero pronto todo volverá a su sitio, los títulos, las ligas y los descensos se olvidarán con la necesidad de volver a conseguirlo.

"Hay muchas deportistas que les cuesta utilizar la palabra lesbiana para definirse..."

La Selección española femenina recuerda a eso al Barça de Giráldez, y este a la vez al mejor Barça de Pep que cada vez se parece más al de Xavi.

Otras veces, el Clásico era una pista en cuanto a sensaciones y resultado para saber quién se llevaría el título de Liga; esta vez ha cambiado bastante.

Salimos de una pandemia y nos metemos en una guerra. Parece que no hemos aprendido nada. Una vez más queda claro que el fútbol es todo lo contrario.

Es cierto que lo que ocurre a otros no nos consuela pero ahora, después de la victoria frente al Atlético, el Levante confía en el milagro.

Cualquier cosa puede pasar hoy hasta las 23:59. Al ser una ventana de fichajes mucho más lenta que la de verano, la emoción nos tiene en vilo hasta el último segundo.

Aparece la Supercopa en Arabia. Un fútbol al que cuando termine este evento, yo tendré difícil de asistir a sus estadios, simplemente por ser mujer.

Para mí, el buen fútbol es el que se juega en Uganda por pasión al deporte, sin cobrar ni un duro, descalzos, en campos que no son campos.

Aunque Xavi se empeñe en que el soci se sienta orgulloso, no hay brotes verdes y queda claro que no era del todo un problema de entrenador.

El Villarreal es más de amarillo pero no ese amarillo que da mala suerte, sino un amarillo Gingerline, brillante que a ellos les da energía para no dejar de creer.

Xavi hace las cosas con cabeza y sin arrugarse en los malos momentos como este

Deberíamos entender que, a veces, no ganar es un logro en sí mismo.

Madrid y Barça están muy lejos de los que antes les admiraban: Bayern y PSG.

En el Valencia-Real Madrid hemos disfrutado de un partidazo muy igualado y sobre todo físico