Juan Gutiérrez

Cuando Carlitos llega a ese estado de felicidad, su tenis fluye. Esa frescura es su mejor arma. Su hechizo. La pócima perfecta para doblegar a un rival robótico como Sinner.

El español llega a la final del US Open frente a Sinner en un momento dulce, quizá el mejor de su corta pero fructífera carrera. No ha perdido ningún set. Y empieza a controlar sus conocidas ausencias.

Este equipo de transición no ha logrado amortiguar el cambio de ciclo en el Eurobasket. Ahora toca una transformación profunda. Ese será el desafío del próximo seleccionador, se llame Pablo Laso o Chus Mateo.

El español está mejor que su oponente, sin duda. Pero no puede confiarse, ni tampoco caer en la ansiedad de los golpes anteriores encajados.

Mientras que Rusia fue expulsada de todas las competiciones por su invasión de Ucrania, Israel se ha mantenido en liza a pesar de su genocidio en Gaza.

La sorprendente victoria de Bosnia sobre Grecia metió el miedo en el cuerpo a la delegación española... Y ahí siguen los temblores tras la derrota ante Italia.

Se equivoca desconectándose de las necesidades del equipo. Los campeones saben darse a los demás. Ser agradecidos.

La Selección ha enmendado su imagen en el Eurobasket después de su lamentable debut ante Georgia, con dos solventes partidos consecutivos frente a Bosnia y Chipre...

Que Norris y Piastri puedan luchar entre sí por el título de F1, al menos le pone una pizca de emoción al asunto, que contrarresta la falta de gancho de los dos aspirantes.

Carlitos está fuerte para afrontar el desafío. Solo un problema físico puede impedirlo. Por eso dimos un respingo cuando llamó al fisio en pista. Por fortuna, solo fue un susto. O eso esperamos.

Scariolo dice que hay “futuro”. Hay que confiar en ello. Pero antes toca cerrar esta época en el Eurobasket con la dignidad que merece la historia de la Selección.

Es el mejor equipo de Europa del Siglo XXI. Con gran diferencia. No se puede vivir del pasado, eso es verdad. Pero el pasado también obliga.

A excepción de Wenbanyama, han venido prácticamente los mejores. Y eso incluye al Big Three europeo que componen Jokic, Doncic y Antetokounmpo.