No ha empezado mal la cosa. Las previsiones no eran demasiado buenas por todo lo acontecido en la pretemporada, pero los de Pezzolano solucionaron bien y se anotaron los tres primeros puntos de la temporada con autoridad.
Desde la rueda de prensa de Ronaldo y la destitución de Fran Sánchez, hasta la llegada de Catoira.
Varias semanas después del descenso, el club blanquivioleta ya trabaja para conseguir la vuelta a Primera, pero con muchos deberes por delante.
El Pucela debe empezar casi de cero para poder tener un proyecto solvente. El varapalo del descenso es, además de deportivo, sobre todo económico.
La rueda de prensa ha sido extraordinariamente desafortunada. Era un día de duelo, de levantar la moral de la tropa. De pedir perdón y de unir fuerzas en el momento de dificultad. De asumir responsabilidades y de poner el foco en lo principal, el proyecto deportivo.
El partido del Real Valladolid en Almería no será definitivo y todo se decidirá ante el Getafe en Zorrilla el 4 de junio.
No hay tiempo para lamerse las heridas ya que el viernes el Real Valladolid juega un partido fundamental en el que si logra la victoria cambiará la dinámica.
El conjunto blanquivioleta se juega buena parte de la temporada el domingo ante el Sevilla, a quien debe ganar.
Creo que debemos ir olvidando lo del partido ante el Atlético de Madrid y pensar ya de lleno en la nueva y gran oportunidad que se presenta el jueves en Vallecas.
En tres semanas, el entrenador uruguayo ha dado la vuelta a la situación del Real Valladolid y la tendencia del equipo.
Las buenas sensaciones que dejó el tramo final del partido del Mallorca, se corroboraron a lo grande en el partido jugado el sábado en Villarreal.
El Real Valladolid pudo comenzar con triunfo en una nueva era, pero se le escaparon dos puntos que parecían ya ganados.
El brasileño sorprendió. No porque la imagen del Real Valladolid no diera para plantearse la destitución del entrenador, pero sí porque el brasileño parecía incapaz de cesar a un técnico.
El Real Valladolid tiene en la mano la salvación en estas 12 jornadas, pero tiene que recuperar jugadores y volver a jugar al fútbol sin despreciar ningún partido empezando por el del Bernabéu.
Vuelta a las andadas. Dos malos partidos, en Elche y sobre todo ante el Athletic, han colocado al Real Valladolid, otra vez, con el agua al cuello y con las mismas dudas de siempre.
Los hechos lo demuestran: el Real Valladolid es el cuarto peor equipo visitante. En casa es fiable, ha sumado 20 puntos y es el noveno mejor como local.
Al equipo parece debilitarle el halago y debe concienciarse de la dificultad e importancia del encuentro del sábado en el Martínez Valero.
No hay manera de que el Real Valladolid consiga una línea de regularidad. Cuando parecía haber tocado fondo y resurgir, firma un uno de nueve y vuelve a dar la peor imagen posible en Vigo.
Hongla demostró sus carencias como zaguero en un partido en el que, hasta su sustitución, Masip estaba siendo el mejor.
Tener al canadiense en el banquillo empieza a ser un lujo que Pacheta no se debe permitir. Y, por lo que demostró ante Osasuna, otro lujo es tener de suplente a Amallah.
La aportación de los recién llegados ayuda a sumar dos victorias consecutivas con las que el Real Valladolid supera su crisis de cinco partidos sin marcar, ni puntuar.
La alarma roja estaba ya encendida después del partido del Rayo Vallecano, pero tengo la sensación de que no del todo.
Semanas delicadas en el Real Valladolid, las sensaciones son horribles y urge un giro de timón que pasa por reforzar al equipo en este mercado.
El Real Valladolid debe defender bien y conceder poco, pero, también, lograr amenazar en ataque más que en los últimos partidos.
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