Un empresario belga tiene más tanques Leopard que todo el país
Freddy Versluys quiere hacer negocio con ellos y pide, en plena guerra, hasta un millón de euros por unidad
Superado el debate sobre el envío de carros de combate a Ucrania, un hombre ha llamado la atención por poseer aquello que Zelenski demanda y que los aliados pretenden aportar no sin complicaciones: tanques. Se trata de Freddy Versluys, un señor belga de 61 años que, en estos momentos, guarda medio centenar de tanques en un hangar situado en Tournai, a 100 kilómetros de Bruselas.
Versluys es el consejero delegado de OIP Land Systems, una empresa que trabaja en el campo de la Defensa. Hace años, la entidad que dirige compró los carros de combate de tipo Leopard I y, actualmente, le siguen perteneciendo. Tiene en su propiedad más tanques que el ejército de su país. Ahora busca venderlos a cientos miles de euros la unidad, justo en el momento en el que más se solicitan.
Existe interés en el negocio
Se encuentran colocados en filas y limpios, haciendo gala de los cañones de 105 mm que posee cada uno, esperando ser vendidos al país que quiera negociar con Versluys. Cuando los adquirió -por 40.00 euros el tanque- sus condiciones eran pésimas. De hecho, 17 no eran operativos. El contexto internacional ha hecho buena su apuesta, pero los líderes encargados del ámbito militar de cada Estado buscan dar la vuelta a su oferta. Es el caso de la ministra de Defensa belga, Ludivine Dedonder, quien asegura que, realmente, el empresario pagó 15.000 por cada uno. Lejos del millón que ha llegado a pedir.
La empresa de Versluys replica a la falta de razonabilidad de la que es acusado diciendo que, efectivamente, el precio real es el que establece, puesto que ponerlos a trabajar supone un gasto de varios cientos de miles más. Con todo, la propuesta ha llegado a oídos de Zelenski, cuyo gobierno ha contactado con el belga interesado en detalles técnicos de los carros de combate.
Pese a no ser el modelo que Ucrania solicita -Leopard II-, sí ha despertado el interés de la comunidad internacional. Primero por la cantidad, cuya utilidad en el campo de batalla es innegable, y segundo por lo desapercibido que ha pasado el hecho de que un particular guardase 50 tanques en su patio trasero. “A pesar de lo que mucha gente piensa, el de las armas es un mercado muy civilizado”, asegura Versluys a Reuters, a la espera de hacer efectivo el mayor negocio de su vida.