Desde hace más dos siglos cada Navidad se celebra ‘El Gordo’, el gran sorteo que reparte 4 millones de euros a la serie ganadora. Además de financiar en parte al Estado, el gran premio de Navidad llena de alegría e ilusión a la gente, deseosa de ser los que se lleven el gato al agua. El premio a repartir es de 400.000 por boleto de la serie, pero hubo un año que todo el premio casi le cayó por completo a una sola persona.

La historia de Pedro Barrié de la Maza

Pedro Barrié de la Maza fue un importante empresario español durante el siglo XX. Tras la Guerra Civil es nombrado I Conde Fenosa, teniendo en su poder a la gran mayoría de los sectores económicos de Galicia y llegando a contar con más de 12.000 empleados. Las obras que impulsó con la compañía eléctrica Fenosa marcaron hitos en la historia de la construcción hidráulica mundial, y Astano se convirtió bajo su mandato en un el astillero más importante de España y uno de los referentes del mundo naval.

Entre los grandes amigos que contaba Pedro Barrié destaca uno, Francisco Franco. Su amistad era tal que Pedro Barrié compró el Pazo de Meirás para regalárselo al dictador como su residencia de verano. Sin embargo, algunos promulgan que Pedro Barrié nunca comulgó con las ideas del régimen mientras que otro lo consideran un firme defensor.

Pedro Barrié y ‘El Gordo’ de Navidad

El 22 de diciembre de 1958, ‘El Gordo’ de la Lotería de Navidad cayó en el número 33.704, dejando un bote de 210 millones de pesetas (algo más de un millón de euros) lo que se consideraría una fortuna para la época. Una sola persona había comprado seis de las siete series del número de la Administración de Loterías número 3 de A Coruña.

Durante semanas se intentó descubrir la identidad del afortunado, que tenía que ser una persona adinerada para haber hecho semejante desembolso en décimos. La gente empezó a atar cabos y sólo una persona había podido realizar esa compra, Pedro Barrié de la Maza. Varias teorías empezaron a salir, entre las más conocidas se decía que fue el propio Franco el que amañó el sorteo para que lo ganara y que justamente el séptima series cayera en El Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil para silenciar bocas. A día de hoy, la leyenda sobre aquel ‘Gordo’ de 1958 continúa puesto que nunca se confirmó quién gue el ganador del premio.