Que las matemáticas sean las que componen la naturaleza y los fenómenos físicos es un hecho. Gracias a las matemáticas se han resuelto problemas tan antiguos que datan desde la propia existencia humana. En los juegos, al igual que en las matemáticas, hay reglas que se deben cumplir y respetar para que todo vaya según lo establecido.

Cuando las personas juegan tienen un objetivo en la mente: ganar como sea necesario, sino no tendría gracia. Para poder ganar, ya sea en un juego o en la lotería, desarrollamos estrategias y tácticas con las que nos sentimos seguros.

Aprovechando la cercanía de la Lotería de Navidad se pueden usar a nuestro favor dos conceptos que nos pueden ser de gran ayuda para saber qué opciones reales tenemos de ganar en el sorteo.

La probabilidad, el primero de los factores

La probabilidad de la Lotería de Navidad se obtiene dividiendo el número de casos favorables entre el número de casos posibles, según indica la Regla de Laplace. Por ejemplo, en el caso del primer premio, la probabilidad es del 0,0001% (1 número premiado / 100.000 números en juego). En el caso del segundo y el tercer premio es la misma probabilidad y va creciendo conforme nos acercamos a los premios menores.

La esperanza matemática, el segundo factor a tener en cuenta

La esperanza matemática es igual al sumatorio de las probabilidades de que exista un suceso aleatorio, multiplicado por el valor de este suceso menos el perjuicio que tendrías por la probabilidad de que ocurra.

Si la cifra es cero, el juego se considera “justo”; si es inferior a cero, se considera “desfavorable” para el jugador; y si es superior a cero, es “beneficioso” para el jugador. En el caso de la Lotería de Navidad, como en el resto de juegos de azar, la esperanza matemática es negativa. Si jugamos, lo más probable es que perdamos, aunque todos solemos comprar al menos un décimo, por si acaso.

Sigue toda la información de la Lotería de Navidad 2023

Este año en el Diario AS nos hemos propuesto darte toda la información sobre la Lotería de Navidad: