Locura con el monstruo del lago Ness en Escocia: “Es una oportunidad real”
Una investigación conjunta del Centro Loch Ness y del Loch Ness Exploration se embarcan este fin de semana en la mayor batida en busca de ‘Nessie’ de los últimos 50 años.
Cerca de Inverness, en las tierras altas de Escocia, hay un profundo lago que no necesita presentación alguna. Entre sus aguas, cuenta la leyenda, habita una de las más grandes y famosas criaturas lacustres. Nessie. El monstruo del lago Ness. Junto con el abominable hombre de las nieves, el archiconocido Yeti, es la figura más reconocible de la criptozoología. Esta pseudociencia, que persigue la demostración de la existencia de animales extintos, mitológicos o folclóricos, jamás ha perdido la fe en que algún día vuelva a emerger.
Esa misma esperanza se ve engrandecida en el calendario. Hoy empieza la mayor batida en su honor de los últimos cincuenta años. Pese al aluvión de informaciones a principios del siglo XX, fotografías incluidas, en un momento donde el estreno King Kong había desatado una especie de ‘monstruomanía’ alrededor del globo, no se ha vuelto a saber nada. La última tecnología está puesta al servicio de los investigadores para revertir el peso de medio siglo sin noticias de Nessie.
Cientos de personas y un animal de leyenda
Dragón. Esturión. Anguila gigante. Plesiosaurio. Es una incógnita la quizá ficticia identidad de Nessie; pero, de existir, es ante todo esquivo. Y para romper con esa cualidad huidiza se han incorporado drones, cámaras de infrarrojos e hidrófonos que captan sonidos subacuáticos al ya dilatado equipamiento de los expertos y curiosos del Centro Loch Ness de Drumnadrochit. Junto al Loch Ness Exploration se sumergirán en un misterio que se pierde en la noche de los tiempos.
La joya de la corona para esta ocasión es un sumergible, que tratará de acercarse a todas las pistas que aporte el fondo del lago. Acompañando esta búsqueda estarán los cientos de voluntarios que ya se han unido a las listas del proyecto y que permanecerán en tierra firme con prismáticos. Ojo avizor, por si el monstruo se manifiesta a través de una aparición casi mariana.
Este operativo se prolongará desde el día 26 hasta el 27. Dos jornadas de intensa exploración in situ que constituye la última gran batida por la bestia lacustre desde 1972, cuando la Oficina de Investigación del lago Ness emprendió un negocio similar. Pero ahora es diferente. En juego no está solamente la constatación de su existencia. Se trata de inspirar, de invertir en la ilusión del futuro.
“Esperamos inspirar a una nueva generación de entusiastas del lago Ness y, al unirse, tendrán una oportunidad real de contribuir personalmente a este fascinante misterio que ha cautivado a tanta gente de todo el mundo”, dice a la BBC la exploradora Alan McKenna, quien navegará estos dos días en las negras aguas de la incógnita. A punto de ser resuelta, según el gerente general del Centro Loch Ness, Paul Nixon, quien destaca el uso de una tecnología inédita para la campaña.
Fue en la década de los 30. El lago se había creado a raíz de lo que hace 10.000 años se alzase como un glaciar. Se podía haber congelado y desde entonces vive ahí, decían algunos. La gerente de un hotel en la zona, una tal Aldie Mackay, aseguró haber visto algo parecido a una ballena. Que era una bestia. El periódico local, el curioso Inverness Courier, hizo el resto. Las crónicas llovieron. Había nacido una leyenda. Quién sabe si este fin de semana se convierte en realidad.