Nuevo juicio para Rosa Peral
El Juzgado de Instrucción número 5 de Tarragona envía a juicio a Peral, después de ser acusada por ocultar bienes. También ha citado a su padre.
Rosa Peral, condenada a 25 años de prisión por el ‘Crimen de la Guardia Urbana’, ha sido enviada a juicio, junto a su padre, por el Juzgado de Instrucción número 5 de Tarragona. Está acusada de ocultar bienes, después de transferir la casa y el coche y a su progenitor antes de que su condena fuese firme.
Fue citada a declarar el día 24 de enero por presunto alzamiento de bienes. Aquel día, reconoció que cedió la vivienda a su padre, y justificó dicho movimiento ante su incapacidad para pagar la hipoteca y evitar la pérdida de su domicilio en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). A su vez, rechazó contestar a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación particular, y se limitó a responder a las de su abogada.
En esta ocasión, la instructora ha abierto un plazo de 10 días para que la Fiscalía presente su escrito de acusación. La juez subrayó que Peral “carece de patrimonio” para hacer frente a la indemnización de 885.000 euros estipulada en la sentencia del crimen de la Guardia Urbana - que debe pagar junto con Albert López - y consideró que, con ese movimiento, ella y su padre podrían haber incurrido en un delito de insolvencia punible, castigado con penas de cárcel de entre 1 y 4 años.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, en 2021, confirmó dichas condenas y desestimó los recursos de los dos condenados contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). En cuanto al importe total, 450.000 euros correspondieron al hijo de la víctima, 225.000 euros a su padre, 100.000 euros a cada uno de sus dos hermanos, y 10.000 euros a su expareja.
Cumple condena de 25 años
De hecho, Peral reconoció que transfirió el 50% de la titularidad a su progenitor. En la actualidad, cumple esa condena de 25 años de prisión por asesinar a su expareja y expolicía, Pedro Rodríguez, asesinado en mayo de 2017. En el crimen participó López, su examante y exagente de la Guardia Urbana. En su caso, López fue condenado a 20 años de prisión.
En su caso, Peral tuvo una condena mayor por agravante de parentesco con la víctima. Sin embargo, y a diferencia de la expareja de Rodríguez, López optó por confesar el crimen durante un programa individual de tratamiento de reinserción. Una situación que podría colocarle en una situación más ventajosa para obtener beneficios penitenciarios.
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