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SOCIEDAD

Ni aire acondicionado ni ventilador: el truco egipcio para dormir en las noches tórridas de verano

Humedecer una sábana o poner un colchón en el suelo puede ayudar a conciliar el sueño en las duras noches de verano.

Beneficios del bisglicinato de magnesio para dormir.
Unsplash

Pocos placeres existen mejores que echarse en la cama de cualquiera manera y quedarte dormido después de un día agotador. Despertarse sin saber dónde estás, que hora es o quién eres. Esos son síntomas de que las horas que has dormido han sido efectivas.

Dormir adecuadamente alrededor de 8 horas cada noche es fundamental para todo ser humano. No conseguir esas horas de sueño puede afectar a nuestro humor el día siguiente, así como a nuestra productividad e incluso a nuestro aspecto físico. Por lo tanto, no solo nos beneficia a nosotros, sino que también nos hace más aguantables para aquellos que nos rodean durante el día, ya sean familiares, amigos o compañeros de trabajo.

El sueño reparador es un pilar esencial de la salud, comparable con la alimentación equilibrada y el ejercicio regular. Diversos estudios han demostrado que la falta de sueño incrementa el riesgo de desarrollar problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes y depresión. Además, un descanso adecuado fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria y aumenta la capacidad de tomar decisiones, lo cual es crucial para afrontar los retos cotidianos.

Dormir bien, una rareza a día de hoy

En un mundo donde la vida moderna nos demanda estar en constante actividad y alerta, priorizar el descanso puede parecer un lujo, pero es una necesidad innegociable. Invertir en un buen colchón, establecer una rutina de sueño y evitar las distracciones tecnológicas antes de dormir son medidas sencillas que pueden marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida. Así, no solo enfrentaremos el día con más energía, sino que también estaremos más preparados para disfrutar de los pequeños placeres que la vida nos ofrece.

Esta tarea, la de dormir correctamente, se hace mucho más difícil de completar cuando llegan las calurosas noches de verano. El sudor, los mosquitos, el ruido del aire acondicionado o del ventilador… Todo ello hace más difícil conciliar el sueño. Las formas más comunes que hay de paliar ese calor van desde abrir la ventana hasta el uso de aires acondicionados o ventiladores, pero estas prácticas también tienen sus puntos flojos.

El principal es el ruido, como ya se ha mencionado, ya sea del aire acondicionado/ventilador o el ruido que viene de la calle en caso de optar por abrir la ventana. Además, el uso de ventiladores puede resecar las vías respiratorias y diseminar los contaminantes o alérgenos que pueda haber en la habitación

¿Cómo puedo dormir mejor?

Sí que es cierto que ventilar la habitación a determinadas horas del día, así como irse a dormir ligero de ropa, ayuda a que tu cuerpo baje su temperatura corporal y facilita la tarea de quedarse dormido, pero tampoco lo garantiza. Evitar comidas pesadas o calurosas (guisos, por ejemplo) también es aconsejable, al igual que no usar televisiones o consolas (que desprenden calor) antes de dormir.

Todas las generaciones han sufrido este problema y han tenido que buscar maneras de solucionarlo, cada cual más rústica según vas echando la vista atrás. Pues bien, echando la vista muy atrás, concretamente al Antiguo Egipto, encontramos un truco para combatir el calor durante las noches.

Los egipcios, unos adelantados a su tiempo

Este truco consiste en humedecer ligeramente la sábana con la que nos taparemos para dormir. Podemos hacerlo de forma manual, o también podemos echarla a lavar y sacarla del lavarropa poco antes de utilizarla. La humedad de la sábana reducirá nuestra temperatura corporal y nos ayudará a dormir y a no despertarnos múltiples veces por el calor. Evidentemente, la sábana no tardará demasiado en secarse si hace mucho calor, pero con suerte, ya estaremos dormidos y no nos afectará.

Otra idea, esta vez de procedencia japonesa, consiste en colocar un colchón en el suelo, lo más bajo posible. Esto es porque el calor sube y se acumula en el techo, por lo que dormir lo más cerca posible del suelo puede ayudar a alejar el calor.

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